• Abre el Museo de Medicina

    Piezas únicas de valor incalculable. El legado de generaciones y generaciones de médicos que han hecho historia de la Medicina en cada una de sus consultas. Chinchilla acaba abrir, en el Claustro de Santo Domingo, su primer museo público, el de Medicina, con cientos de piezas, mobiliario, fármacos, instrumental y documentos de una familia, Daudén Tello, históricamente ligada tanto al pueblo como al ejercicio de la medicina. Albacete hereda así un valor añadido para sus facultades de Medicina, Farmacia y Enfermería.

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    Un tributo de Chinchilla al médico rural

    La sala de exposiciones, inaugurada el 16 de julio, es una reproducción de una antigua consulta rural, con cientos de piezas originales de principios del siglo XX, de aquella época en la que el médico aunaba todas las especialidades y ejercía con acierto valiéndose más de la intuición que de las pruebas diagnósticas.

    Decenas de personas asistieron a la inauguración, entre médicos, representantes políticos y vecinos de Chinchilla, además de los descendientes de la saga Daudén Tello y del gran protagonista, Carlos Daudén, quien hoy tiene 92 años. A él se debe el descubrimiento del yacimiento de la Necropólis de Pozo Moro, actualmente expuesta en el Museo Arqueológico Nacional.

    Y es que el doctor Carlos Daudén representa a la perfección la figura del médico humanista, interesado por la arqueología, los idiomas, la literatura, el cine, las artes visuales y la pintura, ya que ha llevado a cabo obras en todas estas disciplinas. Además de un médico excepcional también ha sido un afamado pintor.

    En la exposición del Museo de Medicina, que tendrá un carácter permanente, los visitantes podrán encontrar objetos únicos. Una antigua silla de parir, dilatadores uretrales, fórceps, una antigua mascarilla de anestesia, un aparato de radioterapia superficial, una lámpara de cuarzo ultravioleta, un esfingomanómetro para medir la tensión arterial o una de las piezas más importantes, un aparato de Rayos X y corriente de alta frecuencia, inventado por un ingeniero español, por Mónico Sánchez, y patentado en el año 1910.

    Más de seis años de trabajo

    Este pequeño museo ve la luz después de más de seis años de trabajo, pero aún guarda cientos de piezas para futuras ampliaciones. El montaje ha sido dirigido y comisariado por Montserrat Heredero López, historiadora del Arte y Museóloga. En cuanto a la inversión, la han asumido en su totalidad el Ayuntamiento de Chinchilla de Montearagón y la Concejalía de Cultura y Deportes.

    De momento, las visitas tendrán que concertarse con la Oficina de Turismo de Chinchilla.