• Albacete revoluciona el Congreso Europeo de Cataratas

    La enfermera Chelo Lledó se ha llevado uno de los reconocimientos del Congreso Europeo de la Sociedad Oftalmológica de Cataratas y Cirugía Refractiva (ESCRS), que se ha celebrado en Copenhague. Entre más de 7.000 sanitarios, la albaceteña ha destacado por un sencillo método sobre el tratamiento.

    image

    La enfermera Chelo Lledó Pérez en el Congreso Europeo de Cataratas. Su método lo está aplicando en la Clínica Baviera desde el año 2006.

    La enfermera Chelo Lledó, premiada por el “método cuello”

    Y es que la cirugía de cataratas avanza por momentos, pero si el paciente no cumple el tratamiento, si las gotas no entran en los ojos, el trabajo del mejor de los cirujanos puede resultar un fracaso.

    “Beyond compliance: getting the drops in”. Bajo este título, la comunicación de Lledó se ha llevado un segundo premio. La traducción explica cómo detrás de ideas sencillas puede estar la solución a grandes problemas. Así, la ponencia de la enfermera albaceteña decía: “Más allá de cumplir el tratamiento: conseguir que la gota entre”.

    Puedes tratar y diagnosticar, pero si el paciente no cumple el tratamiento, todo el trabajo se ha hecho en balde. De ahí que 7.000 expertos en cirugía de cataratas hayan escuchado el sistema que esta albaceteña lleva desarrollando desde 2006 en su clínica, el “Método cuello”. Consiste en apoyar el cuello de la botella (colirio) en el puente de la nariz, mirando hacia arriba y bajándose el párpado. De esta forma, se consigue que el paciente pueda ponerse las gotas él solo, sin ayuda de nadie, y, lo más importante, que el tratamiento entre en el ojo.

    image

    Ilustración del pintor Godofredo Jiménez del “Método cuello”.

    Un método “made in” Albacete

    Mirando vídeos y repasando publicaciones, Lledó se dio cuenta de que nadie había caído en su método. Es más, sí que comprobó que había trabajos que demostraban que la mayoría de los pacientes desperdicia los tratamientos en sus múltiples intentos por conseguir que las gotas entren en el ojo.

    Un sistema tan sencillo y no había caído nadie, a pesar de que intervenciones como la de cataratas llevan un posoperatorio donde lo único molesto para el paciente es el sinfín de gotas que debe ponerse.

    image

    La clave está en apoyar el cuello de la botella en el puente de la nariz al tiempo que se baja el párpado.