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La Siberia de La Mancha no perdona. Los termómetros han caído en picado y, aunque la gripe se contiene, los constipados ya campan a sus anchas. Tos, fiebre leve u otitis han regresado a los centros de salud. El frío está pasando factura a niños y mayores en un Albacete acostumbrado al frío que, según la Agencia Estatal de Meteorología, recuperará las heladas fuertes este fin de semana. Las calefacciones y los cambios bruscos de temperatura no ayudan.
Los casos de gripe siguen aumentando, pero aún no se ha sobrepasado el umbral epidémico, según las últimas estadísticas del Sescam. Eso sí, en los centros de salud cada día se ven más casos consecuencia de la combinación de virus y frío. De momento, las autoridades sanitarias aconsejan no confundir la gripe con un simple constipado, evitar las visitas de cortesía a los centros sanitarios y no recurrir a los antibióticos si no los receta un facultativo.
Fotografía: Sescam
El Ministerio de Sanidad explica que “la gripe es diferente de los catarros, la alteración es mucho más severa que la provocada por virus catarrales. A las pocas horas de la infección el tracto respiratorio está inflamado y congestivo. El cuadro clínico inicial típico suele comenzar de forma brusca con fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, molestias de garganta, malestar general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca”.
Pero ambos, los catarros y la gripe, van ligados al frío, una situación unida a Albacete desde hace más de cuatro décadas. Así, en 1971 la prensa local titulaba “La Siberia de La Mancha”. Corría la primera semana de enero y la capital, Albacete, parecía una pista de hielo. La nieve dejaba incomunicada a media provincia y el periódico relataba como una proeza el rescate de una mujer que estaba a punto de dar a luz. 24 grados bajo cero, con esta temperatura Albacete se convertía en la capital más fría de España, título que, hasta hoy, nadie ha conseguido quitarle. Así lo confirman los datos del Instituto Nacional de Meteorología.
Pero una cosa es la capital y otra el lugar. Molina de Aragón se sitúa como el tercer lugar más frío de España, con más de 28 grados bajo cero, temperatura que registró en 1952, un 28 de enero.
El Lago Estangento de Torre de Cabdella (Lérida) alcanzó -32 grados centígrados el 2 de febrero de 1956, lo que le convierte en el municipio más frío de España en todos los tiempos desde que hay registros.
