• Rafael Carrillo, una vida de medalla de oro

    Albacete no debe olvidar el apellido Carrillo igual que no lo hará la Historia de la Cirugía. Rafael Carrillo Yagüe ha sido un referente mundial, discípulo del doctor Bravo, empezó con él en el Clínico de San Carlos de Madrid, también se formó en Estados Unidos, fue adjunto en el Hospital Puerta de Hierro y, tras opositar, ejerció como jefe de servicio de Neurocirugía en Canarias. Durante 18 años, hasta 2006, ha sido el máximo responsable de su especialidad en el Gregorio Marañón. Y hasta su retiro, ha estado al frente de la Unidad de Neurocirugía General del Hospital Ruber Internacional de Madrid.

    Rafael Carrillo

    Rafael Carrillo tiene ahora 75 años. Vivió en Albacete hasta que terminó su formación en Escolapios y aún hoy no perdona ni un solo fin de semana en su tierra.

    La suya es la historia de una vida, como la de su padre, el cirujano albaceteño Manuel Carrillo, entregada a la Medicina. Medalla de oro de la Sociedad Española de Neurocirugía, ha fundado sociedades de Neurocirugía españolas y extranjeras, ha publicado en decenas de revistas científicas, ha dado cientos de conferencias, ha investigado, impartido clase y formado a futuras generaciones. Todo ello, sin perder su brújula, la de aliviar el sufrimiento del paciente.

    El doctor Carrillo ha sido de esos médicos que ha estudiado a diario, que ha vivido su profesión las 24 horas del día. Como hiciera su padre a mediados del siglo pasado en Albacete, ha recorrido medio mundo para que a sus pacientes no les faltara avance al que agarrarse. Y es que hoy reconoce que su especialidad es una de las menos agradecidas. Él ha visto resultados espectaculares, pero también el sufrimiento de largas enfermedades contra las que sólo se puede luchar retrasando lo inevitable.

    La vida en tus manos

    Para Rafael Carrillo, la vida de un neurocirujano es tremenda. “Después de horas en el quirófano, ves la angustia de desconocer el resultado, dices: “Ay, Dios mío, que aguante”. Es indescriptible. Sólo lo sabemos los que hemos estado ahí. Tienes en tus manos la vida y la función, el lenguaje, la movilidad o que no se vuelva a despertar”. rafael

    A pesar de que ha estado en lo más alto, de los años de formación, de quirófanos y congresos, Carrillo reconoce que el médico no se acostumbra a nada. Él recuerda las jornadas en vela o despertarse a media noche con casos que le preocupaban hasta el punto de no pensar en otra cosa.

    “Ante todo, no hagas daño”

    Su experiencia y su opinión de la Medicina van en la línea del también neurocirujano Henry Marsh, amigo personal que se ha hecho famoso por su libro “Ante todo, no hagas daño”, escrito más a base de compasión que de términos científicos. Así, cuando Carrillo, hoy totalmente retirado, hace memoria, no habla a Diario Sanitario de sus complicadas intervenciones sino de cómo ha intentado aliviar y dar ánimos a pacientes y familiares.

    El hijo de Manuel Carrillo, Rafael ha resultado un alumno aventajado de su padre, pero no ha perdido el difícil equilibrio entre la investigación, la cirugía y el paciente, con todo lo que conlleva asumir el sufrimiento que hay detrás de cada caso.