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El Colegio de Farmacéuticos de Albacete ya existía en 1.898, contando con unos 46 colegiados. Ahora, la cifra ronda los 600 colegiados. Crecen la institución, la formación universitaria, la profesión y el futuro.
Bajo el lema “El poder del farmacéutico”, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Albacete y el secretario, José Javier Martínez Morcillo y Pablo Silvestre, respectivamente, han centrado su ponencia en Interfarma 2017, el encuentro nacional de estudiantes de Farmacia, en hablar del presente y futuro de la profesión farmacéutica desde el prisma del Colegio, recordando los orígenes de la creación de éste órgano en la provincia, que data de finales del siglo XIX, hasta la normativa actual de regulación de los colegios profesionales, poniendo en valor los fines esenciales de la institución no sólo en cuanto a las funciones que cumple para los colegiados sino para la sociedad.
Además, ambos han hablado de la formación de los farmacéuticos como profesionales sanitarios, manteniendo al paciente en el punto de mira para mejorar su salud y cómo se ha venido adaptando progresivamente la farmacia al ritmo cambiante de la sociedad.
Otra de las funciones importantes del Colegio, como han expuesto en Interfarma, pasa por acercar toda la información a los futuros profesionales para que puedan incorporarse a la vida profesional, por eso se creó la figura de precolegiado, para dar a conocer este órgano a los egresados antes incluso de finalizar los estudios, y de esta forma, conocer todas las salidas profesionales que tendrán a nivel laboral.
Si bien el grueso mayor de colegiados albacetenses pertenece a la modalidad de farmacia comunitaria (con unos 300 entre titulares y adjuntos de casi los 600 colegiados), existen otras modalidades, como son los farmacéuticos del ámbito hospitalario, de Atención Primaria, analistas, de la administración, industria farmacéutica, etc, “y por todos ellos vela el órgano colegial, siempre con el objetivo principal de mejorar la calidad de vida del paciente”.
