• Conjuntivitis, más allá de la primavera

    El Autor

     Antonio Moreno Valladares

    Oftalmólogo de la Sociedad Oftalmológica de Castilla-La Mancha (Socam) 

    Durante la primavera, aumenta la incidencia de la conjuntivitis alérgica, una patología que afecta en torno a un 25% de la población. Se trata de una inflamación de la membrana que recubre la superficie del ojo y el interior de los párpados, causada por una respuesta excesiva de nuestro organismo frente a un agente externo (alérgeno). Se clasifica en dos grandes tipos, estacional o perenne.

    Los pacientes que sufren esta conjuntivitis tienen que tener especial cuidado durante la primavera. Y es que los principales alérgenos causantes de la conjuntivitis alérgica en España son el polen de las gramíneas y el olivo (entre abril y junio), parietaria (hasta septiembre) y el ciprés. No obstante, también son causantes los ácaros del polvo y el pelo de los animales domésticos.

    A diferencia de otras conjuntivitis, la alérgica se caracteriza por ser bilateral (afecta a ambos ojos a la vez) y presenta como síntoma principal el picor de ojos. También se acompaña de otros síntomas más genéricos como el ojo rojo, lagrimeo e inflamación del párpado y la conjuntiva.polen

    El tratamiento con colirios antihistamínicos, antiinflamatorios y lágrimas artificiales generalmente alivia los síntomas, sin embargo, la condición tiende a reaparecer si continúa la exposición a los agentes irritantes, por lo que las medidas de higiene y evitar el contacto con el alérgeno son fundamentales.

    Así, los consejos más eficaces son usar humidificadores y aire acondicionado con filtro anti-polen; evitar las actividades al aire libre entre las 5 y las 10 de la mañana y entre las 7 y las 10 de la tarde, periodo en el que la concentración de polen es mayor en la atmósfera, procurando permanecer en espacios cerrados; usar gafas de sol cuando se salga a la calle para evitar que el polen entren contacto con los ojos; ir de vacaciones a sitios y en estaciones donde haya baja concentración de polen; evitar llevar a cabo actividades que puedan remover partículas de polen, como por ejemplo cortar el césped o barrer la terraza y no dormir cerca de árboles o plantas.