• Consejos para unas tamboradas sin efectos secundarios

    Los tambores, con especial intensidad en las tamboradas de Hellín y Tobarra, salpicarán la geografía de Castilla-La Mancha. Lesiones en la espalda y el hombro, roces en las manos o heridas en los pies son algunas de las consecuencias que se pueden evitar siguiendo los consejos del Colegio Oficial de Fisioterapeutas (Coficam). Y es que 104 horas de tambor, como ocurre en Tobarra, requieren una mínima preparación.

    El tambor se debe colocar a una altura adecuada y cómoda, con la espalda recta y siempre al frente. Es aconsejable realizar intervalos descolgándolo para que descanse la espalda. Así como seguir una serie de consejos básicos para evitar lesiones.

    El tamborilero debe realizar estiramientos de todos los grupos musculares que se van a ejercitar, incluyendo estiramientos y ejercicios de movilización en muñecas, codos y hombros, lo que ayudará a evitar futuras posibles lesiones.

    “Además, hay que tener especial cuidado con los más pequeños a la hora de seguir estos consejos, ya que en los adultos la cápsula articular del hombro está desarrollada y la cabeza del húmero está protegida por tendones y músculos, no ocurriendo lo mismo en los niños”, indica Natalio Martínez, presidente de Coficam.

    Las recomendaciones de las tamboradas también son importantes en los niños

    Hay que subrayar que, antes de empezar a tocar el tambor durante un largo período de tiempo, es importante realizar movimientos en círculo de la muñeca, estiramientos de la musculatura de los dedos y antebrazos y para preparar las articulaciones ante el esfuerzo que se va a llevar a cabo.

    Por último, tras finalizar la procesión, es fundamental realizar estiramientos para relajar los músculos y, si aparecen molestias, acudir a un fisioterapeuta.

    Los espectadores también tienen que tomar precauciones, asegura el presidente de Coficam. Aguantar largas caminatas o prolongados periodos de espera en posición de pie y, con frecuencia, con calzado inapropiado, también puede provocar problemas. Si no se tiene dónde sentarse, “es bueno descansar la espalda apoyándola en una pared cercana y no estar mucho tiempo con los pies juntos, sino ir alternando un pie delante y otro detrás para repartir el peso del cuerpo y no sobrecargar las rodillas”.

    En definitiva, la preparación física previa, un buen calzado, ropa cómoda, el uso de fajas y refuerzos, así como la buena postura y los estiramientos previos y posteriores unidos a la buena hidratación son las claves para evitar o minimizar la aparición de lesiones en estos días de devoción y sobreesfuerzos importantes.

    “Si a pesar de ello, aparecen lesiones es muy importante ponerse en buenas manos acudiendo al fisioterapeuta para que nos ayude a superar los problemas”.