• Cuidado con las garrapatas

    Para que una persona contraiga la fiebre hemorrágica tendría que tener adherida a su cuerpo una garrapata durante dos días y que ésta, que es de un tipo poco común, tuviese el virus. El contagio es poco probable, pero el riesgo, aunque mínimo, está ahí, motivo por el que el Ministerio de Sanidad haya advertido a las cuatro comunidades donde se han encontrado garrapatas con este virus, que son Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Madrid. Se calcula que el virus está en España desde hace siete años y, hasta el momento, se ha diagnosticado un caso cuya víctima falleció.

    Todo empezó en septiembre de 2016. Un madrileño, al que le habría picado la garrapata en Ávila, falleció de fiebre hemorrágica. Ante lo inusual del caso, se empezó a investigar y se descubrió que en una finca pegada a Portugal había garrapatas con el virus. El Ministerio de Sanidad decidió entonces poner a trabajar a las cuatro comunidades autónomas que podrían estar en riesgo.

    Entre Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Madrid recogieron 9.000 garrapatas de animales domésticos y silvestres, porque, aunque estos ectoparásitos se encuentran también en la tierra, son más fáciles de localizar en sus huéspedes, perros, ciervos o jabalíes, a los que extraen la sangre para alimentarse.

    Analizadas las 9.000 garrapatas, se comprobó que 128 de ellas eran portadoras del virus, pero que ninguna de las potencialmente peligrosas se habían encontrado en animales domésticos. Por tanto, el riesgo, aunque bajo, estaría en el campo. Así lo ha confirmado el director general de Salud Pública de Castilla-La Mancha, Manuel Tordera, quien ha insistido en lanzar tanto un llamamiento a la tranquilidad como al sentido común.

    El riesgo estaría en el campo

    El riesgo es muy bajo, pero está en el campo. Por tanto, Salud Pública aconseja a la población, tanto a los excursionistas como a quienes trabajan a diario en contacto con la naturaleza, que se protejan, que usen repelente de insectos y se cubran pies y piernas.

    Tordera ha insistido en que no es difícil que una garrapata pique a una persona, pero sí es complicado que se adhiera al cuerpo. No obstante, si se diera el caso, el afectado debería acudir al centro de salud para que le quitaran la garrapata. La clave estaría en revisarse la piel después de pasar un día en el campo. Aunque la fiebre hemorrágica requiere un cúmulo de casualidades, como que la víctima tenga dos días adherida al cuerpo una garrapata infectada con el virus, estos ectoparásitos transmiten otras enfermedades. En los seres humanos son responsables de patologías emergentes como la borreliosis de Lyme (enfermedad infecciosa que afecta a varios órganos del cuerpo humano y la más común transmitida por las garrapatas en Europa y Estados Unidos), la anaplasmosis granulocítica humana, la babesiosis y la encefalitis.

    Consejos del Ministerio de Sanidad