• Destino: Lourdes

    El Tren de la Esperanza ha partido, como todos los años, cargado de enfermos, voluntarios y peregrinos. Desde hace más de cuatro décadas, Albacete viaja a Lourdes en una peregrinación vital para el ánimo y el alma de sus pasajeros. Para la mayoría, es la única oportunidad de salir de la rutina, ya que éste no es un viaje corriente. Para empezar, entre los voluntarios va un nutrido grupo de médicos y enfermeras para que todos los enfermos estén atendidos.

    Este año acompañan a la Hospitalidad de Lourdes, organizadora de la peregrinación, 265 pasajeros, entre los que se encuentran los médicos Pilar Álvarez-Valdés, María Teresa Gómez, Ana María Serrano, María Piedad Navarro Tercero, Angustias Carrascosa, Francisco Naharro y Judit Aparicio, así como los enfermeros Pedro Lozano, Pilar Floro, Josefina López, Olaya Alfaro y Pilar Villena.

    Como esta organización, hay medio centenar en España y miles en todo el mundo. Todas recogen el testigo de una joven de 14 años, llamada Bernardette, a la que se le apareció la Virgen, según reconoce la Iglesia, en 18 ocasiones. En la gruta donde tuvieron lugar las apariciones, brotó inesperadamente una fuente a cuya agua se le atribuyen propiedades milagrosas.

    Por este motivo, desde el siglo XIX, miles de personas viajan siguiendo los pasos de aquella joven, pero la mayoría son enfermos, de ahí que necesiten apoyo para llegar a su destino. Las hospitalidades surgieron, precisamente, para apoyar a los viajeros, para que la enfermedad no fuera un impedimento.

    La Hospitalidad de Albacete, ligada a la Diócesis, viaja con enfermos de Asprona, San Vicente de Paúl, Hermanos de la Cruz Blanca o El Cotolengo. A estos fieles los acompañan voluntarios que, en este viaje, tienen desde 3 años hasta 94.

    Detrás de esta peregrinación agotadora, de 28 horas de viaje, hay 365 días de trabajo, organización y recaudación de fondos. Si la fe mueve montañas, los 265 pasajeros regresarán con el valor suficiente para afrontar el año sin que la enfermedad mine el ánimo. El Tren de la Esperanza ha salido a la seis de la mañana del día 15 de junio y regresará a Albacete el día 19 por la noche.

    Este año también se suman a la peregrinación el obispo emérito de Zimbabwe, Ángel Floro; el consiliario José Arenas; los sacerdotes José Alcañiz, Juan Cárdenas y José Antonio Roldán; las religiosas Berta Eguillor, Irma Leiva y María Fernández; el diácono Antonio García y los seminaristas Rubén Váldez y Ángel Moraleda.