• ¿Dónde está la intimidad del paciente?

    El Autor

    Jesús Sánchez

    Médico y paciente

    Hace poco tuve que estar ingresado en el Hospital Universitario de Albacete. Antes de nada quiero dejar claro que como paciente, y también como médico, que me siento orgulloso del Sistema Sanitario Público español, que permite a todos, independientemente de sus recursos económicos, acceder a unos Servicios Sanitarios modernos, de gran calidad y humanidad… muchos países teóricamente más avanzados ya quisieran para ellos algo así. También quiero dar las gracias a todos los grandes profesionales que trabajan día a día en este centro hospitalario, tanto los que no lo hacen directamente con los pacientes (mantenimiento, cocina, lavandería…) como a los que están en contacto personal con ellos. Sé perfectamente la gran calidad científico-profesional y humana de quienes nos cuidan cuando más lo necesitamos.

    Todo ello no quita que quiera hacer unas reflexiones acerca de “la sanidad que queremos”, desde el punto de vista del más débil: el paciente.

    Estando ingresado me llamó la atención un cartelito que vi clavado en un corcho junto al control de planta que, más o menos, decía: “No nos pregunten en qué habitación está ingresada alguna persona porque la ley de protección de datos personales nos impide facilitarles esa información”… no sé realmente si decir en qué habitación se encuentra la persona que quiero visitar es violar esa ley, pero vale… legalmente los “datos personales” son cualquier información concerniente a personas físicas identificadas o identificables (Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal).

    Pensando un poco en todo este tema de la privacidad, de los datos personales y del “aparente” cuidado que pone la Sanidad Pública para cumplir con esta ley, uno se plantea algunas preguntas… como paciente ingresado, como médico e, incluso, como acompañante de algún paciente… preguntas de no muy difícil respuesta, creo, pero a las que paradójicamente la Sanidad Pública -tan “preocupada” por cumplir con la ley antes citada- prefiere ni siquiera plantearse responder.

    ¿Existen datos más personales que los directamente derivados del estado se salud?

    intimidad del paciente

    Cuando un médico pasa visita, suele pedir que salgan de la habitación los acompañantes de los pacientes… se preserva la privacidad y se trabaja mejor si el paciente ha de exponer sus heridas o se le debe realizar algún tipo de exploración médica… pero… ¡¡los demás pacientes de la habitación estamos allí¡¡ ¿por qué tengo yo que enterarme de si el de la cama de al lado ventosea o no? ¿Si sus heces son blancas o negras?¿ Si orina mucho o poco? Si tiene fiebre o no? Si sus análisis van mejor o peor? ¿Por qué tienen mis acompañantes que saber cómo me siento o cómo va el curso de mi proceso?

    Si el médico en su visita me da una buena noticia sobre mi dolencia y a la vez soy consciente, por ejemplo, de que el paciente de la cama contigua tiene un pronóstico nefasto a corto plazo, no puedo -por educación- manifestar ni siquiera cierta alegría por mi evolución, sin sentirme mal al hacerlo, sabiendo lo que hay en la cama de al lado… y viceversa… si me dan una mala noticia… por qué tengo que contener como paciente o acompañante mis lágrimas por el hecho de que haya otros pacientes en la habitación.

    Me molesta mucho el “paripé” de que existe preocupación por el cuidado de la privacidad cuando los datos realmente más íntimos y personales dejan de serlo en cuanto compartes habitación en cualquier centro sanitario público

    Al parecer, como las habitaciones individuales son más caras presupuestariamente que las dobles, triples o cuádruples, y se presupone que es algo que ¨no nos podemos permitir por su alto coste”, llegada la hora de la verdad, la privacidad del paciente, sus datos de salud, la información sobre su proceso, etc. importan muy poco a nuestros gestores sanitarios, según he podido constatar aunque, sin embargo, sí parezcan preocupados poniendo cartelitos como el que comenté al inicio.

    En una sociedad del siglo XXI es básico disponer para nuestros pacientes de habitaciones individuales, donde se pueda sobrellevar la estancia hospitalaria con, al menos, la intimidad y privacidad mínimas, donde nuestra información más íntima la conozca el personal sanitario a cargo y nadie más, donde las buenas y malas noticias acerca de nuestra evolución o pronóstico quede circunscrita a nuestro ámbito personal y/o familiar.

    En el Servicio de Urgencias hay “boxes” individuales y es impensable que un paciente cuente sus problemas, por ejemplo para poder miccionar de manera adecuada por culpa de la dichosa próstata, delante de otros pacientes… existe mucha más intimidad que cuando estás en planta… ¿por qué desaparece esa intimidad en cuanto necesitas ser ingresado?

    Aparte de este tema, podemos considerar alguna reflexión más… el paciente ingresado debe descansar adecuadamente… ¿cómo se consigue esto si cuando quieres dormir el de al lado enciende la tele o viceversa? Eso sin contar con las visitas del vecino de cama, a veces, digámoslo suavemente, un poco más inoportunas, numerosas y ruidosas de lo conveniente… o las idas y venidas nocturnas al aseo y los ruidos que de allí salen… He conocido incluso casos de petición del alta voluntaria por la absoluta imposibilidad de descanso y tranquilidad en la habitación en algún caso.

    En una sociedad del siglo XXI es básico disponer para nuestros pacientes de habitaciones individuales

    Las habitaciones individuales también suponen menos infecciones cruzadas y aportan seguridad clínica para el paciente en cuanto a su tratamiento y la realización de ciertas pruebas al no poder existir error alguno entre las camas de una misma habitación si sólo hay una.

    En definitiva, creo que considerar necesario disponer de habitaciones hospitalarias individuales para mejorar la asistencia sanitaria es algo tan básico y fundamental que seguro que no es ninguna idea original mía, pero sencillamente no se aborda convenientemente este tema por cuestiones de presupuesto ligado a número de camas, adecuación de obras, o algún gasto más de personal… osea, que la prioridad de la asistencia sanitaria son los pacientes pero sólo hasta cierto punto… Tengo la absoluta convicción de que si algún gestor sanitario intenta rebatir todo esto es que nunca ha sido ingresado (o cuando lo estuvo, a él si le dieron una habitación individual…)

    La Unión Europea ha fijado como objetivo que los hospitales tengan al menos un 50% de habitaciones individuales; no lo sabía, pero leyendo bibliografía para escribir este artículo he podido constatarlo… ¡qué casualidad!

    Las principales ventajas de las habitaciones individuales son: mayor grado de privacidad e intimidad, mejora de los patrones de sueño y disminución de ruido. En cuanto a los resultados asistenciales, las habitaciones individuales generan menor riesgo de infección hospitalaria, menor riesgo de errores (de medicación, etc.) y mayores posibilidades de educación sanitaria. Los resultados de las encuestas denotan una preferencia casi absoluta por la habitación individual.

    Algún pseudo-estudio, como el realizado por el Servicio de Salud de Aragón, concluye con que no existe una evidencia “robusta” en cuanto al beneficio para los pacientes de las habitaciones individuales pero ¿porqué, sin embargo, los hospitales privados e incluso las “zonas privadas” de algunos hospitales públicos (Fundación Jiménez Díaz, por ejemplo) ofrecen habitaciones individuales como una de sus principales ventajas respecto a la Sanidad Pública?  En Cataluña, incluso, me parece de lo más aberrante, se ofrece a los pacientes habitaciones individuales en centros hospitalarios públicos siempre y cuando el paciente pague religiosamente una cantidad que oscila entre 40-70 euros/día lo cual nos plantea hasta problemas éticos: en mi humilde opinión no me parece bien que la sanidad Pública discrimine en función de los recursos económicos de los pacientes… pero ese sería otro tema.

    Está actualmente muy en candelero el tema de la “humanización de la asistencia sanitaria”; ¡qué menos que se nos trate con el respeto y dignidad humanos mínimos cuando más indefensos estamos! por qué no se aborda YA este tema de las habitaciones individuales ahora que al parecer se aproxima la anunciada -hace ya más de diez años, por cierto- remodelación de Hospital Universitario de Albacete?