• El calor retrasa la vacunación de la gripe

    Imagen de archivo de la vacunación de 2016.

    El Ministerio de Sanidad no da el pistoletazo de salida. Y es que, como ocurriera el año pasado, el suave verano en el que se ha convertido el otoño no recomienda empezar con la vacunación de la gripe a primeros de octubre, como era tradicional. De hecho, en las consultas de Atención Primaria aún no hay rastro del virus, amigo inseparable del frío cuando se trata de la gripe común. Castilla-La Mancha está a la espera de lo que se dicte a nivel nacional porque, además, las vacunas, cerca de cuatro millones de dosis, se comprarán con otras comunidades autónomas para abaratar el coste. 

    Si se mantienen los patrones de otros años, se empezará a vacunar entre mediados y finales de octubre; el punto álgido de la epidemia llegará a finales de enero y empezará a remitir con el cambio de tiempo de finales de marzo.

    En cualquiera de los casos, los grupos de riesgos deben estar atentos a los consejos de sus centros de salud. Y es que no hay que olvidar que la gripe, en cualquiera de sus combinaciones, mata. Sólo en Albacete, se registraron cho muertes en 1993, cuando la vacuna acababa de empezar; tres muertes en 2009, el año del terror a la variante A, y dos muertes en 2014. No mata a pacientes jóvenes y sanos, pero sí a ese porcentaje de población al que se le recomienda el fármaco, como es el caso de los mayores de 65 años.

    No hay que olvidar que “Los Centinela”, los médicos de Familia y pediatras que vigilan la gripe de forma voluntaria advertirían a la Dirección Provincial de Sanidad y ésta al Sescam en el caso de que la situación de calma cambiara. Ellos son los que a lo largo de los próximos meses tomarán nota de los casos y sus características, información fundamental para elaborar la vacuna de la próxima campaña.

    Lo que si se está viendo en las consultas son procesos catarrales consecuencia de los más de veinte grados de diferencia que puede haber entre las temperaturas máximas y las mínimas.