• El calor rompe el umbral del sueño

    calor

    Temperatura que marcaba el 10 de julio, a las 21.00 horas, uno de los termómetros de la Avenida de España (Albacete).

    Si esta noche Castilla-La Mancha no ha pegado ojo, las próximas no van a ser mejores. Albacete, por ejemplo, no bajará de los 21 grados, como Guadalajara, rompiendo así el umbral establecido para conciliar el sueño, que se sitúa en los 20 grados. Además, estas noches llegarán después de jornadas infernales con más de 36 grados. Sólo podrán respirar en Cuenca porque Ciudad Real tampoco bajará, como Toledo, de los 22 grados. 

    Albacete superará lunes y martes los 36 grados de máxima y los 20 de mínima, umbrales que ponen en alerta a la Consejería de Sanidad, pero que no son suficientes como para hablar de ola de calor. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pone hoy en nivel de riesgo amarillo a Hellín, Almansa y la Mancha albaceteña, por temperaturas máximas que podrían rondar los 37 grados y mínimas que no bajarán de 21. El aviso comienza a la una de la tarde y terminará a las siete.

    El nivel de riesgo amarillo se extiende hoy a la práctica totalidad de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha

    Y es que después de un domingo tórrido, se espera que la jornada de hoy sea aún peor y que la de mañana tampoco dé tregua, con temperaturas que oscilarán entre los 36 y los 21 grados en la provincia de Albacete. Si las previsiones no fallan, el miércoles llegará un leve respiro, por lo menos para conciliar el sueño. Las mínimas bajarán hasta los 18 grados y las máximas se quedarán en 30. La Aemet prevé que las temperaturas se mantengan suaves, al menos, hasta el sábado.

    No obstante, son los fenómenos previsibles para estas fechas, por lo que es importante tener en cuenta las temperaturas y apelar al sentido común. Es fundamental mantenerse hidratado, proteger las casas del calor y no salir durante las horas centrales del día.

    aemet

    Este es el mapa al que se enfrenta Castilla-La Mancha.

    Cabe recordar que los ancianos, niños y enfermos crónicos son particularmente vulnerables. Ante cualquier síntoma no habitual, como malestar, mareo, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, sensación de calambre o sudoración excesiva, el Sescam recomienda que el paciente acuda a su médico, especialmente si toma medicamentos.