“El médico debe empatizar”

Adivinar sus temores y obsesiones, conocer su situación personal y, sobre todo, escuchar. Está demostrado que el enfermo rodeado de afecto y cariño responde mejor a los tratamientos, de ahí que el catedrático José Antonio Flórez Lozano insista en que “el médico debe empatizar”. Él defiende que hay que cuidar la relación médico-paciente, la calidez y la ternura. “No siempre vamos a poder curar, pero siempre debemos aliviar”.

Flórez Lozano es catedrático de Ciencias de la Conducta del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo y Académico Correspondiente de las Reales Academias de Medicina de Galicia y Valladolid. Será uno de los protagonistas del Congreso Nacional de Información al Paciente Oncológico (CIPO) que se celebrará los días 9, 10 y 11 de febrero de 2017 en el Palacio de Congresos de Albacete. Será el responsable del taller “Comunicación con el paciente terminal y su familia” y también presentará: “La satisfacción del paciente: determinantes psicológicos y éticos”.

Este facultativo considera fundamentales el tono, la fluidez y la empatía, que tanto el médico como el enfermero tengan capacidad de comunicación con el paciente, porque esa cualidad ayuda al enfermo. Tanto en el taller como en la ponencia, Flórez Lozano tratará de analizar los errores que se cometen en esta relación médico-paciente y cuál es el camino hacia la humanización de la que tanto se habla.

Crítico con la pseudociencias, considera que el profesional sanitario debe plantearse a diario “qué puedo hacer, cuál es mi formación, cuál es mi estado de ánimo o cuáles son mis creencias”. Y es que es importante tener también en cuenta las creencias físicas, intelectuales y espirituales del enfermo porque éstas, a juicio de Flórez Lozano, pueden ayudar y entorpecer.

Autor de libros como “El niño ante el hospital”, “Síndrome de estar quemado” o “Personalidad, estrés y cáncer”, este médico está convencido de que las preocupaciones dañan las células, así como relaciona la felicidad con la longevidad y la ausencia de enfermedades. De ahí también que insista tanto en la importancia de “cuidar” y “aliviar” al enfermo en todo momento. “Ante todo, somos personas”.