• Enfermería aborda la sexualidad en el cáncer

    El Autor

    Rigoberto López Honrubia

    Profesor de Psicología de la Salud en la Facultad de Enfermería

    Las mujeres con cáncer no reciben información sobre sexualidad, aunque sí que les produce dudas y preocupaciones. Los tratamientos e intervenciones les provocan cambios físicos y psicológicos que acaban abordando con las asociaciones. Una encuesta de la Facultad de Enfermería de Albacete pone sobre la mesa la necesidad de que Oncología y Atención Primaria se preocupen también la salud sexual de estas mujeres.

    Así, con objeto de conocer la sexualidad de las mujeres con cáncer, en especial cuando la fisionomía se ha visto afectada como medida terapéutica, como sucede con las mastectomizadas, el alumnado de Enfermería que cursa la asignatura optativa de Sexualidad ha entrevistado a mujeres afectadas, mayoritariamente asociadas de AMAC en Albacete.

    Han participado 25 alumnos que han entrevistado a ocho mujeres, de acuerdo con un guión de entrevista semiestructurada.

    Los estudiantes han escuchado a mujeres de mediana edad, de entre 40 y 50 años, con un nivel de instrucción medio alto y en su mayoría madres casadas. Las pacientes tenían trabajo activo cuando afrontaron la enfermedad y fueron sus propias prácticas de autoexploración las que las pusieron en guardia. Su primera reacción fue recurrir a los servicios de salud de Atención Primaria.

    En la entrevista, los alumnos han explorado la información aportada por los profesionales respecto a cambios e intereses sexuales en el curso de la enfermedad, cambios cualitativos y cuantitativos en la actividad sexual, mejoras en la propia experiencia y crecimiento personal, identificación de recursos de apoyo y consejo a nuevas mujeres afectadas.

    Entre las conclusiones más significativas, destaca que la información recibida por parte de profesionales, respecto a cambios en la sexualidad, ha sido insuficiente y en ocasiones inexistente, lo que ha dado lugar a que las mujeres se muestren contrariadas.

    Las dudas y preocupaciones sobre su propia sexualidad, llevó a estas pacientes a buscar respuestas y asesoramiento, encontrando apoyo en asociaciones de autoayuda como AMAC

    Los estudiantes han visto que en el curso de la enfermedad se reactivan los intereses sexuales, excepto en un caso donde  la mujer se sentía “como una barra de hielo”. En otro de los casos se expresaba la necesidad desde otra perspectiva: “quiero disfrutar del sexo, necesito necesitarlo”.

    En todas ellas se han ido produciendo cambios cualitativos y cuantitativos relacionados con la fase de la enfermedad, desde los efectos secundarios de los tratamientos hasta motivaciones más profundas que han afectado a su sexualidad. No obstante, para mantener relaciones sexuales se pueden utilizar medios, como lubricantes o una camiseta que cubra el torso, para facilitar este aspecto mientras la paciente se recupera.

    De hecho, es bastante común en el proceso adaptativo el paso de la sexualidad genital al predominio de la sensualidad y la  afectividad, con abrazos, besos y caricias. De esta manera, se perciben cambios positivos  en las relaciones de pareja y en el fortalecimiento de la relación.

    La encuesta constata que el apoyo de la pareja y de los grupos de autoayuda son sus consejeros. La autoestima de la mujer se ve reforzada, así como su capacidad de control y auto eficacia.

    Los alumnos han explicado como conclusión la importancia de la sexualidad como componente de la salud general y de la adaptación al proceso rehabilitador. La comunicación sobre los efectos en la propia sexualidad debe de estar presente desde el inicio, liderada por profesionales de oncología que coordinen la relación de ayuda, así como otros profesionales de Atención Primaria, sugiriéndose la necesidad de la formación en competencias específicas de los futuros profesionales.

    Sexualidad y comunicación ante el cáncer