• Epidemiología mantiene paperas y hepatitis bajo control

    Imagen de archivo de la directora provincial de Sanidad, Blanca Hernández, con los epidemiólogos, durante la investigación de los casos de hepatitis A.

    Aún se detectan casos, pero nada fuera de lo normal. Después de los brotes de hepatitis A y paperas que marcaron el primer semestre, los epidemiólogos de la Dirección Provincial de Sanidad esperan ahora que pasen cien días sin un sólo caso de hepatitis, para pasar página, e investigan si en el caso de las paperas, que también está en la curva descendente del brote, hay una “gotera” en la vacuna, ya que entre los más de 400 casos hay adultos vacunados. Los expertos de la Dirección Provincial de Sanidad respiran después de un año complicado, pero no bajan la guardia.

    Del brote de hepatitis A, los epidemiólogos han podido averiguar que la cepa encontrada en Albacete es la misma que empezó en Reino Unido, lo que prueba que los virus y bacterias no entienden de fronteras. No obstante, como sólo un 10% de los contagiados presenta síntomas y el periodo de incubación es de 50 días, resulta imposible saber dónde empezó el brote. El 31 de marzo, el brote sumaba 19 casos, y al mes, al no detectarse nuevos contagios, se consideró bajo control. No obstante, no se cerrará hasta que pasen cien días sin un solo caso. Lo único que pueden hacer los epidemiólogos es insistir en la importancia de lavarse las manos y no mantener relaciones sexuales sin protección.

    El brote de hepatitis A preocupó en un principio porque la Dirección Provincial de Sanidad sólo tenía 40 vacunas; el contagio era relativamente sencillo y, al mejorar las condiciones higiénicas, había un amplio porcentaje de población adulta que no la había pasado. Al final, Albacete fue el primer punto del país en conseguir vacunas y el problema, común con el resto del país y de Europa, está, de momento, controlado. La rápida respuesta, con vacunación e información, logró que lo que podía haber corrido como la pólvora se quedara en una llamada de atención.

    Así, el mayor reto para los epidemiólogos sigue en las paperas. Hepatitis se diagnostican todos los años y el brote quedó en 19 casos, pero las paperas han superado con creces los 400 contagios. Además, si en un principio se vieron casos de treintañeros que no tuvieron acceso a la vacuna en la infancia, porque la triple vírica -contra sarampión, paperas y rubeola- no existía, ahora se ha confirmado que también se han contagiado adultos vacunados.

    Cabe recordar que la triple vírica se administra en la provincia desde 1981, pero su inmunidad ante las parotiditis nunca ha sido alta. De hecho, en 1985 aún se registraron 3.000 casos de paperas en la provincia. Si en 2012 se detectaron 26 casos, en 2014 se declararon seis y siete en 2015, el año pasado hubo 42 casos y en abril de este año se superaban los 400.

    La población no debe bajar la guardia. Es importante que conserve las buenas costumbres que se adoptaron con la gripe A, como no compartir vasos y cubiertos, lavarse las manos, sobre todo antes de comer, y, en definitiva, protegerse de los contagios con sentido común.