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Imagen de archivo de una enfermera.
Especialmente en Alemania, Finlandia, Reino Unido, Suecia o Dinamarca. Eures, la red de movilidad profesional creada por la Comisión Europea, constata el reconocimiento de la enfermería española. No obstante, fuera de España, además de estar más valoradas por su formación, las enfermeras afrontan una menor carga asistencial. Según los datos del informe “Health at a Glance” 2016, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la ratio de enfermeras españolas en la sanidad pública y privada era en 2014 de 5,2 por cada por cada 1.000 habitantes en España, en Finlandia, era de 14,1; en Alemania, 13,1; en Dinamarca, 16,5, y en el Reino Unido, 8,2.
El Sindicato de Enfermería Satse ha demandado a las diferentes administraciones sanitarias públicas españolas que sigan el ejemplo de sus homólogas europeas y aumenten sus plantillas enfermeras para poder mejorar la atención que ofrecen a los ciudadanos. En los tres últimos años se han ofertado miles de puestos de trabajo para profesionales españoles.
Se da la circunstancia, según apuntan desde el Sindicato de Enfermería, que los países que más ofertas de empleo realizan a profesionales de enfermería españoles son los que ya cuentan con las mejores ratios de enfermera por habitante.
Todo ello indica, a juicio de Satse, que la mayoría de los países europeos tiene muy clara la necesidad de incrementar las plantillas enfermeras y se están beneficiando de la alta cualificación y competencias de los profesionales españoles, algo que sigue sin suceder en España.
En este sentido, la organización sindical recuerda que España está haciendo una inversión muy importante en formar y capacitar a los profesionales de enfermería, y son otros países los que se están aprovechando, mejorando sus sistemas sanitarios de salud sin inversión adicional alguna.
De igual manera, el Sindicato de Enfermería lamenta que miles de profesionales enfermeros a los que les gustaría trabajar en su país se hayan visto obligados a emigrar a otros para poder vivir de su profesión y que, en las actuales circunstancias, aún no puedan volver al constatar que no tendrían similares condiciones laborales ni económicas y, en muchos casos, ni siquiera un empleo.
