• ¿Humanizar? Sin personal, difícil

    El Autor

    Vicente Calatayud

    Jefe del Servicio de Neurocirugía del Complejo Hospitalario de Albacete

    Mundus vult decipi, ergo decipiatur
    (El mundo quiere ser engañado, así que deja que se engañe)
    Cayo Tito Petronio

    He comenzado a leer un nuevo libro, y en la dedicatoria del autor podemos leer: “A la memoria de mi madre, que siempre dijo la verdad”. En la página siguiente vemos el encabezamiento de estas opiniones: “El mundo quiere ser engañado, así que deja que se engañe”. Palabras de Cayo Tito Petronio, o Titus Petronius Niger. Sin entrar en más detalles, diremos que fue un senador romano que vivió durante el reinado del emperador Nerón.

    Podemos decir que esta frase pronunciada hace tantos años, algunos siglos, sigue siendo actual, de rabiosa actualidad si nos fijamos en nuestro día a día.

    Cuando hablo de rabiosa actualidad, solo puedo hablar de la de la sanidad de Castilla-La Mancha, y, si me apuran, de la sanidad de Albacete, que es lo que realmente conozco.

    En las últimos días de la semana pasada, hemos tenido posibilidad de asistir (claro el que haya tenido tiempo) a la “I Jornada sobre la Humanización de la Sanidad”. Seguramente vendrán más, están en el programa. Por desgracia, no hemos podido asistir y, seguramente, se habrán tratado temas realmente interesantes, como sucederá en las próximas jornadas.

    No obstante, cuando hablamos de humanizar la Sanidad, pienso que hablamos de “humanizar el sufrimiento”, si es que se puede humanizar, y yo, desde mi humilde punto de vista, después de 38 años en esto de la Neurocirugía, y del trato diario con el paciente hospitalizado, ambulatorio, quirúrgico y pendiente de cirugía, entiendo que humanizar la sanidad implica algo más que decir buenos días, me llamo Dr. Calatayud. Eso lo hago cada día en la consulta o en la planta cuando paso visita o cuando me piden una interconsulta.

    Para mí, humanizar la Sanidad es todo eso, pero sobre todo dotar los centros de salud del personal necesario, de las posibilidades técnicas acordes con los tiempos que nos han tocado vivir.

    Humanizar la Sanidad en Medicina Hospitalaria Especializada es dotar a los distintos servicios del personal adecuado y necesario para que el personal de enfermería, auxiliares de enfermería y celadores no acumulen horas y para que su libranza no obligue a cerrar camas porque no se puede contratar personal. Que los contratos de los facultativos que atienden a los pacientes, a esos que queremos humanizar su sufrimiento, tengan contratos de trabajo acorde con su responsabilidad, no de fin de semana o de horas como sucede con el personal sanitario. Europa ya nos ha dado un tirón de orejas.

    Humanizar la Sanidad es que nuestros centros hospitalarios reúnan la tecnología adecuada a los tiempos técnicos que vivimos. ¿De qué nos sirve pedir una primera cita con el teléfono móvil o que nos manden un mensaje con la cita si después la maquina, RMN en concreto, no funciona y nos tenemos que ir a casa como hemos venido. De qué nos sirve si nuestro hospital es el único centro que posee una RMN pública en toda la provincia.

    Humanizar la Sanidad es dotar los hospitales con tecnología punta, para que los profesionales que trabajan en ellos puedan llevar a cabo su labor, diagnosticar, operar, en definitiva, intentar sanar acorde con nuestros tiempos.

    Humanizar la sanidad no es prometer, publicar en la prensa, en los medios de comunicación, lo que no se cumple, y no lo quiero repetir una vez más, pero de lo que se prometió en agosto, hasta la fecha, seguimos igual, nada de nada.

    Me formé en un país donde al paciente se le hablaba de usted, donde lo primero que hacías era presentarte. Eso, señores, no es humanizar, es aplicar las normas mínimas de convivencia.

    Harry Houdini dijo: “Lo que los ojos ven y los oídos oyen, la mente piensa”.

    Nuestros ojos ven que las obras no empiezan, nuestro oídos oyen que todo sigue igual, que nada ha cambiado, nuestros ojos ven la precariedad de nuestros medios, nuestros oídos oyen el descontento de nuestros profesionales, los que nos tienen que atender, los responsables de nuestra atención.

    Nuestra mente piensa: “El mundo quiere ser engañado, así que deja que se engañe”.

    “A LA MEMORIA DE ESA MADRE QUE NUNCA NOS ENGAÑÓ”, DESPIERTA Y RECLAMA TUS DERECHOS.

    Vigila que cumplan sus promesas, las obras de nuestro hospital aún no han comenzado, le escribiremos estas navidades una carta a…¿?

    (Los lectores pueden enviar sus opiniones y comentarios a redaccion@diariosanitario.com para que se publiquen en el Buzón del Lector).