• Iatrogenia, el fallo médico que dispara el gasto hospitalario

    El incremento espectacular del progreso médico y sanitario comporta una medicalización de la vida cotidiana que nos ocasiona perjuicios sustanciales, producto del “sobrediagnóstico” o el “sobretratamiento”, hasta convertirse en un “problema principal de salud pública”. Es lo que se entiende como iatrogenia, el daño producido como consecuencia de las intervenciones médicas y sanitarias, un asunto que la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) y la Organización Médica Colegial (OMC) quieren poner en el centro de la agenda.

    Y lo han hecho con la presentación del primer informe sobre iatrogenia en España, en el marco del XVII Congreso SESPAS, que con el lema ‘Ciencia para la acción’ reúne a más de 1.000 expertos en economía de la salud y epidemiología.

    Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), la iatrogenia es una alteración especialmente negativa del estado del paciente producida por el médico. Es decir, todos aquellos daños en la salud como consecuencia de la propia atención sanitaria. Y no se refiere específicamente a negligencias médicas. En realidad, entran todo tipo de factores: desde los errores por omisión (por decisiones que no se han tomado) hasta por decisiones incorrectas, pero también los efectos secundarios de los tratamientos, o cuestiones asociadas a las intervenciones quirúrgicas y procesos de rehabilitación, pasando por otros factores como la falta de recursos sanitarios o incluso un exceso de medicación.

    El informe plantea que la iatrogenia tiene un impacto “muy relevante” sobre la salud y la organización de los servicios sanitarios y, por tanto, sobre la economía y el conjunto de la sociedad.

    Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa) los problemas de seguridad en la atención sanitaria ocasionan el 15% del gasto hospitalario; recientes estudios estiman que la iatrogenia podría ser la tercera causa de mortalidad en los Estados Unidos, y en España, hace diez años, la incidencia de enfermedad iatrogénica en los hospitales se estimaba en casi un 10% de los ingresos, si bien el riesgo se eleva hasta el 40% en las Unidades de Cuidados Intensivos.

    Así lo han recordado la presidenta de SESPAS, Beatriz González López-Valcárcel, el presidente de la OMC, Serafín Romero y Andreu Segura, representante del grupo de trabajo constituido a raíz de la firma de un convenio entre las entidades hace dos años.

    Romero ha remarcado la importante de la OMC a través del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) de los Colegios de Médicos tanto en la atención a aquellos médicos que sufren las consecuencias personales de los eventos adversos, así como intenta prevenir eventos derivados de actuaciones médicas fruto de un problema de salud adictivo o mental como en los casos extremos de una transmisión de hepatitis viral a más de 100 pacientes o los hechos derivados de un brote psicótico con consecuencia de muerte.

    Por estos motivos, Romero también ha denunciado, junto a SESPAS, la falta de desarrollo de la Ley de Salud Pública y sus efectos beneficios en la prevención de los problemas derivados de esta problemática.

    Por eso, los expertos de la Organización Médica Colegial y la organización SESPAS apuestan por buscar indicadores comunes para medir la iatrogenia y por la transparencia a la hora de difundirlos.

    Se trata de entender que las intervenciones médicas, al igual que cualquier acción humana, tienen pros y contras, riesgos y beneficios que hay que sopesar. Y de identificar cuáles de estos fallos podrían evitarse, predecirse o al menos reducirse, en todos los niveles de la atención sanitaria.