• Izpisúa será investido doctor honoris causa el 13 de abril

    La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) concederá la distinción de doctor honoris causa al bioquímico y farmacéutico albaceteño Juan Carlos Izpisúa Belmonte, en reconocimiento a sus méritos científicos, académicos y técnicos. El acto tendrá lugar el viernes, 13 de abril, a las 12, en el salón de actos del edificio polivalente del Campus de Albacete.juan_carlos_izpisua_belmonte

    Especializado en el campo de la biología del desarrollo, Izpisúa ejerce la cátedra Roger Guillemin en el Laboratorio de Expresión Genética del Instituto Salk de Estudios Biológicos en La Jolla (California). Autor de numerosas publicaciones, sus trabajos han ayudado a comprender los mecanismos celulares y moleculares responsables del desarrollo embrionario desde el momento de la fertilización hasta la formación de un organismo adulto. Unos descubrimientos que están teniendo gran impacto en el desarrollo de novedosos tratamientos en los campos de la regeneración de órganos y tejidos y de lucha contra el envejecimiento.

    El Consejo de Gobierno de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), reunido en el Campus de Ciudad Real bajo la presidencia del rector, Miguel Ángel Collado Yurrita, dio dado luz verde en junio de 2017 a la concesión del doctorado honoris causa por la Universidad regional al bioquímico y farmacéutico albaceteño, Juan Carlos Izpisúa Belmonte, a propuesta de la Facultad de Farmacia de la Universidad regional. Propuesta a la que se sumaron las facultades de Medicina de Albacete y Ciudad Real, la Facultad de Enfermería del Campus de Albacete, el Instituto de Investigación en Discapacidades Neurológicas y el Departamento de Ciencias Médicas.

    Hijo de una vendedora de turrón, Izpisúa ha demostrado que el estudio y el esfuerzo dan sus frutos

    No hay que olvidar que Izpisúa, cuyo nombre ya lleva un instituto de su tierra natal, Hellín, dibuja a la perfección el perfil del esfuerzo, del investigador humilde que no le debe nada a nadie. De hecho, cuando le concedieron la medalla de la provincia de Albacete sólo reconoció estar en deuda con una mujer. Si hoy es un investigador de prestigio internacional, si alcanzara algún día el Premio Nobel o si la regeneración celular le llevara a dejar obsoletos los trasplantes, será porque un día su madre, vendedora de turrón en la Feria de Albacete, se empeñó en que su hijo estudiara, en que llegara más lejos que ella. Juan Carlos Izpisúa Belmonte dedicó la Medalla de Oro de la Provincia de Albacete a quien le dio la vida y la inquietud para superarse cada día.izpisua_ponencias_farmacia

    Es también impulsor del Consorcio Sanford de Medicina Regenerativa en la Jolla en la ciudad californiana de San Diego; y ha sido galardonado por los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos con el premio Bill Clinton al mejor investigador en su campo, y por los Institutos Nacionales de Ciencia con el premio a la Creatividad Científica.

    La falta de apoyos políticos y financieros, obligaron a Izpisúa a investigar lejos de casa. No obstante, en España llegó a dirigir el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona y ha sido asesor del Banco Nacional de Material Celular, dependiente del Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa, que es el encargado de coordinar los cultivos de células madre en España.