• La Atención Primaria ante la precariedad

    El Autor

    Pedro Tárraga López

    Vicepresidente primero de la Sociedad Castellanomanchega de Médicos Generales y de Familia

    Hace unos días se celebraba el “Día Nacional de la Atención Primaria” y me decía un compañero mayor que si hay un día especial dedicado a un tema no es buena señal. Entre otras cosas, significa que es necesario sensibilizar a la sociedad española y a los poderes públicos sobre la importancia de este nivel asistencial. Pone de manifiesto que su situación actual es precaria en muchos aspectos, que es necesaria revitalizarla y convertirla en el núcleo sobre el que se vertebre nuestro sistema sanitario.

    Está claro que la Atención Primaria como puerta de entrada al Sistema Sanitario constituye la columna vertebral del Sistema y si esta puerta no funciona bien el resto del sistema se tapona y puede llegar a colapsarse. Muchas son las circunstancias que concurren en este déficit de funcionamiento: políticas de hospital-centrismo con escasa o nula inversión en este nivel en los últimos años, hoy en día uno de los mayores problemas al que nos enfrentamos es la precariedad laboral de los profesionales que impide hacer un seguimiento a largo plazo de pacientes y comunidad. Pero además se echa de menos una discusión sobre el relevo generacional pues el 60% de los profesionales tenemos 50 o más años, por lo que en breve debe hacerse un relevo generacional y no hay diálogo entre administración y sociedades para ver el contenido y los retos a afrontar en el futuro.

    No podemos negar que 6 minutos por paciente, en agendas de 40-60 pacientes, dibujan un presente de involución y encogimiento, justo lo contrario de lo que necesitamos. Pese a esto, no hemos visto ningún cambio en la gestión de agendas en los últimos 20 años y esta gestión del tiempo atenta contra la dignidad del paciente y el profesional, pero sobre todo niega la posibilidad de pensar, de enfocar de forma correcta las enfermedades, actualizar conocimientos, ser docente e incluso investigar.

    La Atención Primaria debe afrontar el cambio y por desgracia no podemos plantearnos que la solución nos venga dada, habrá que inventarse una solución, como reivindicar el papel del Médico de Familia con mucho valor, usando la imaginación, ampliando el rol profesional, saliendo de las consultas a la comunidad, a los domicilios, a la presencia digital y dando una respuesta diversificada a las realidades de cada edad y comunidad.

    Más que una cuestión de experiencia es una cuestión de actitud. Hemos de arriesgar si queremos cambiar: “Seguir jugando la misma jugada nos seguirá dando lo mismos resultados”.