• La Delegación de Sanidad se equivoca

    El Autor

    Juan Solera Albero

    Médico de Atención Primaria, coordinador del Centro de Salud Zona VII

    Hace  más  de 20 años que dejé de fumar. Y, como no podía ser de otra manera, sigo  alegrándome. Es cierto  que  no estoy seguro de si estaré libre de peligro de padecer problemas respiratorio menores o mayores, pero  de lo que sí estoy seguro es de que fue una de las decisiones más importantes de mi vida.

    Que el tabaco mata, no descubro nada, pero sí afirmo y demuestro que dejar de fumar previene  enfermedades.

    Recientemente, ha llegado a mis oídos que  se van a suspender los cursos-taller sobre dejar de fumar, que se vienen realizando desde hace muchos años en la Delegación Provincial de Sanidad de la Junta de Comunidades. Soy testigo y beneficiario de uno de  estos cursos de ayuda para dejar de fumar (como ya he comentado). En su momento, no tuve la menor duda de  acudir y cuan grata sorpresa que el reto  se cumplió y pude liberarme de la tiranía  tabaquil.

    Los  poderes  adictivos así como la relación emocional y social que tiene el tabaco, se  superó y mantengo  mi abstinencia gracias a aquel curso-taller que tan fenomenal me sirvió y dirigió el doctor Fernando Jiménez, gracias.

    Son muchos los  años y muchos los cursos-talleres que seguro que con aciertos y fracasos han ayudado a la población para apartar el riesgo del tabaco en la salud. Albacete no puede dejar de hacer estos cursos-talleres.

    Educación, formación y sensibilización, no sólo a los  fumadores sino a los profesionales, han  servido y servirán para el objetivo de  dejar de fumar, aunque si se cumplen las previsiones van a tomar otro camino. Se suspenden los curos-talleres desde la Delegación de Sanidad en Albacete. Recursos y experiencia que van a desaparecer. Y nadie dice nada…

    Una  de las  funciones inherentes a la Consejería de Sanidad es la promoción de la Salud y prevención de  las enfermedades. Se cierra una etapa. Parece justo reconocer la labor y también parece  justo apelar a los responsables políticos de la necesidad de su continuidad y mantenimiento por la repercusión que  tiene el tabaco en la salud.

    Estamos  en una semana de “sin humo” y nos encontramos con la suspensión de unas actividades  preventivas que tanto han  contribuido para superar esta lacra.

    Superar algunas barreras que el fumador considera infranqueables es barato y muy útil para la sociedad.