• La dualidad sanitario/ empresario

    El Autor

     Hernando Martínez Herrero

    Delegado regional de The Growth Coach 

    Si eres un profesional sanitario que ejerces por cuenta propia, también eres un empresario. Puede que seas un autónomo que trabaja solo, o quizás tengas contratados a otros profesionales, sanitarios o no (y entonces, además de empresario, eres casi un héroe). En cualquier caso, estamos ante un EMPRESARIO con mayúsculas, y como tal, diriges y eres el máximo responsable de tu empresa, que para mantenerse en el mercado y poder seguir ofreciendo sus servicios a sus conciudadanos necesita, sí o sí, dar beneficios.

    Esto es algo que muchos sanitarios no acaban de entender (a mí me costó lo suyo, no creas…). Desde la facultad, o incluso desde que descubrieron su vocación, han mantenido una especie de repelús por el aspecto monetario de su actividad sanitaria. Se han opuesto, consciente o inconscientemente, a la “mercantilización de la salud”. Espero que este no sea tu caso, pero si lo es no te preocupes, tiene remedio.

    Estamos de acuerdo en que la salud no tiene precio, y que la cobertura sanitaria universal es una conquista social que merece la pena mantener y mejorar. Pero ¡ay!, cuando ejerces en el ámbito privado, tienes una empresa, y si quieres que sobreviva debe irremediablemente generar beneficios, lo que implica necesariamente desarrollar otras muchas funciones diferentes a la atención sanitaria directa (planificación estratégica, presupuesto anual, gestión de personal, contabilidad, marketing, ventas…). Tenemos, pues, a un profesional sanitario vocacional que un día descubre que debe repartir su tiempo entre la atención a sus clientes (*) y la gestión de su empresa, que además, cuanto más crece, menos tiempo le deja para trabajar en “lo suyo” y más tiempo le exige que dedique “al negocio”, porque si no, los números no salen y la aventura, tarde o temprano, se acaba.

    La única manera de integrar la dualidad sanitario/empresario, es aprender a ser un Dueño Estratégico de Negocio

    ¿Es este tu caso? ¿Sí? Entonces estás afectado por la dualidad sanitario-empresario, que parecía imposible que coexistiesen en una misma persona, pero ya ves… En el mundo de la física también se observó con escepticismo la dualidad onda-partícula y ahí la tienes, convertida en una realidad irrefutable como nos demuestra la física cuántica. También comparte el sanitario-empresario otra cualidad de las partículas cuánticas: la de estar en dos sitios simultáneamente. No físicamente, claro (como sí lo puede hacer un electrón), pero sí en espíritu: a veces piensa en un mismo cliente como sanitario y como empresario a la vez, y esto le ocasiona, a menudo, dilemas morales.

    ¿Qué hacer? Si eres un profesional enamorado de tu actividad sanitaria, y que bajo ningún concepto quieres convertirte en empresario a tiempo completo o casi completo, la solución sólo puede ser una: transformarse en un auténtico Dueño Estratégico de Negocio. Dicho de otra manera, la única solución es aprender a ser un Auténtico Empresario de la Salud. Tu objetivo debe ser conseguir que tu empresa funcione casi en “piloto automático”, de manera que con cinco o seis horas por semana dedicadas a la estrategia y gestión empresarial sea más que suficiente, pudiendo el resto del tiempo enfundarte la bata blanca y dedicarte a lo que es tu pasión: ayudar a tus clientes.

    ¿Y esto, cómo se hace? No es difícil, aunque, eso sí, requiere paciencia y constancia. Hay que cambiar comportamientos y hábitos, lo que a menudo implica adoptar una forma de pensar diferente.

    La limitada extensión de este artículo no me permite entrar en detalles sobre el proceso en sí, pero si quieres profundizar en el tema, puedo enviarte gratuitamente el PDF del libro “Convirtiéndose en un Dueño Estratégico de Negocio” (**). Una excelente lectura para cualquier pequeño empresario, incluidos los del ámbito sanitario.

    (*) A mí me gusta más el término “clientes” que “pacientes”. El primero implica capacidad de decisión, de elección, de negociación, etc. mientras que “paciente” … ¡la palabra lo dice todo!

    (**) “Becoming a Estrategic Business Owner”, de Daniel M. Murphy. Traducción al español realizada por un servidor. Puedes solicitarlo AQUÍ