• La fisioterapia tiende la mano al párkinson

    Reducir la torpeza al caminar, superar bloqueos del cuerpo o facilitar los cambios de postura. La fisioterapia forma parte del tratamiento del párkinson, enfermedad crónica e incurable en la que es fundamental mitigar los síntomas. La enfermedad de Parkinson (descrita por primera vez por el Dr. James Parkinson en 1817 en su estudio ‘An essay on the shaking palsy’) es un trastorno neurodegenerativo, crónico e invalidante, que afecta al sistema nervioso central. El párkinson se produce por la muerte de, entre otras, unas neuronas llamadas dopaminérgicas, que son las encargadas de producir dopamina, un neurotransmisor muy importante para la función motora.

    Actualmente no existe una imagen clara sobre la situación de la enfermedad a nivel mundial, y a nivel nacional sólo hay estimaciones. El número de afectados por esta enfermedad en España gira en torno a los 160.000 personas, sin embargo, el ‘Informe sobre el impacto social del párkinson en España’ (Fundación del Cerebro, 2013) cifra el número de afectados entre 87.833 y 396.976.

    En la actualidad, se desconocen las causas que provocan la enfermedad, que no tiene cura; sin embargo, existen una gran cantidad de terapias y tratamientos dirigidos a atenuar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con párkinson. Entre ellos destaca la fisioterapia aplicada a enfermos, la cual está destinada a la rehabilitación dirigida a mejorar el estado físico y retardar el incremento de los trastornos motores, lo que permitirá a los enfermos una mayor autonomía en las actividades que conllevan movimiento. También contribuye a la rehabilitación de la marcha, a reducir la torpeza al caminar, a superar bloqueos del cuerpo, facilitar los cambios de postura y, en definitiva, a disminuir de forma general todas las molestias físicas que se derivan de la evolución de la dolencia.

    Este año desde la Federación Española de Párkinson han querido dedicar el 11 de abril, Día Mundial de la enfermedad, a la investigación, un papel que, tal y como subraya el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (Coficam), “desempeñamos todos”. Así los investigadores se han empeñado en encontrar la cura para el parkinson bajo el lema: #empeñadosporelPárkinson (www.diamundialdelparkinson.org)

    Fisioterapia y párkinson

    Una vez demostrada la efectividad de los tratamientos de fisioterapia en los pacientes con párkinson, casi todas las asociaciones y centros de día han integrado al fisioterapeuta como pilar básico de los equipos multidisciplinares que trabajan con las personas que padecen la enfermedad. Así se llevan a cabo tratamientos integrales en los que reciben terapia psicológica, terapia ocupacional, logopedia y fisioterapia.

    Las diferentes terapias fisioterápicas que se pueden utilizar son:

    Rehabilitación física

    • Ejercicios dirigidos a aumentar y mejorar la forma física y a evitar trastornos posturales (cinesiterapia activa, activo-asistida y pasiva).
    • Estiramientos, para disminuir la rigidez y evitar las contracturas articulares.
    • Ejercicios de equilibrio.
    • Reeducación de la marcha.
    • Ejercicios de coordinación.

    Aprender formas de hacer más fácil las actividades de la vida diaria: levantarse tras las caídas, transferencias, salir de los bloqueos…

    Terapia respiratoria

    • Ejercicios de respiración costal y diafragmática para mantener la movilidad de la caja torácica.
    • Ejercicios de incentivación respiratoria.
    • Técnicas para la eliminación de las secreciones.

    Terapias manuales

    • Masaje: para normalizar la musculatura y reducir dolores musculares
    • Punción seca: disminuye la rigidez. Mejora la pisada y por tanto el equilibrio. Disminuye el temblor a corto plazo.
    • Movilizaciones pasivas, para los encamados, reduciendo el riesgo de úlceras por presión, de deformaciones articulares, de dolor y mejora la circulación.
    • Kinesiotape: ayuda a activar musculatura debilitada y/o para dolores musculares.
    • Drenaje linfático abdominal: para el estreñimiento.

    Estas terapias junto con un estilo de vida saludable y actividad física adecuada a la fase de la enfermedad en la que se encuentre, ayudarán a mantener una mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible.

     

    * En la redacción de este artículo ha colaborado la fisioterapeuta, Mª José Rodríguez Rodrigo (Colegiada Nº 9)