• La Sociedad de Neurología premia a un residente albaceteño

    El año pasado fue la doctora Laura Rojas la premiada, también residente del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, y en esta ocasión el reconocido ha sido el doctor Cristian Alcahut Rodríguez. La Sociedad Castellano Manchega de Neurología ha concedido el premio a la mejor comunicación oral al residente albaceteño por una investigación sobre un marcador, el microRNA-15a-5p plasmático, que podría diagnosticar el alzhéimer con un simple análisis de sangre. El estudio, aún preliminar, lo firman, además del doctor Alcahut, Feria Vilar, Monteagudo Gómez, Castro-Robles, Serrano-Heras y el jefe del Servicio de Neurología, el doctor Tomás Segura.cristian_alcahut_neurologia 

    Éste es un paso más en una carrera que promete. A sus 27 años, el doctor Alcahut está en su tercer año de residencia en el Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. En estos momentos está rotando en el Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, y continuará en Barcelona y Miami. No obstante, este proyecto de neurólogo se ha forjado en Albacete desde el principio. Estudió, con Matrícula de Honor en Bachillerato, en el Instituto Ramón y Cajal. Y algo se le pegó del Nobel que da nombre al centro educativo porque las clases de Neurología de la Facultad de Medicina de Albacete le dieron las claves para coger la brújula que le guía ahora.

    No había tradición familiar, ya que su madre trabaja en el biblioteca pública y su padre en la Estación de Autobuses, pero el interés por ayudar a los demás fue guiando a este albaceteño hasta la carrera de Medicina. Después, serían los doctores Tomás Segura, Jorge García y Óscar Ayo quienes le inculcaran a través de sus clases en la facultad el interés por la Neurología. Así, con un 175 en el examen MIR, que le abría las puertas a especialidades más lucrativas y a hospitales más grandes, Alcahut no se lo pensó, escogió especializarse en el Hospital General Universitario de Albacete. De hecho, no le importaría quedarse en su tierra y continuar investigando sobre la enfermedad de Alzheimer.

    Hoy Alcahut mira atrás y no se arrepiente de haber apostado por una pequeña provincia, porque está en un servicio puntero en investigación y en una especialidad que considera “la más interesante con diferencia, bonita y con futuro”. Este médico, neurólogo en ciernes, considera que su residencia tiene algo fundamental, que no es rutinaria y se basa en la entrevista con el paciente. Lo más duro es diagnosticar enfermedades para las que no hay cura, pero, a su juicio, ahí también está el reto del neurólogo, en mejorar la calidad de vida del paciente.

    También le atrae la faceta de investigador. Si el futuro estuviera en sus manos, Alcahut elegiría encontrar la cura para las enfermedades neurodegenerativas. El estudio sobre el marcador del alzhéimer aún es preliminar, pero un diagnóstico precoz, combinado con el ensayo de nuevos tratamientos, ya permite que fármacos, con resultados muy discretos, retrasen la enfermedad.