• Las alergias primaverales cobran fuerza

    El Autor

    Sara Mínguez

    Doctora en Farmacia por la Universidad de Castilla-La Mancha

    Ya estamos en primavera, se puede apreciar porque hemos adelantado una hora nuestros relojes, los días duran más y porque a la farmacia están acudiendo cada vez más personas con los típicos síntomas de las alergias primaverales.

    Los usuarios que nos consultan manifiestan normalmente picor en nariz y ojos, a veces acompañado de enrojecimiento de la piel y lagrimeo, e irritación en garganta y oídos. También se puede presentar moqueo incontrolado y congestión nasal que en ocasiones no deja ni respirar. Si profundizamos más en los síntomas, puede incluso manifestarse con cansancio tras la realización de un ejercicio moderado y sensación de ahogo. Un paciente que acude a la farmacia con estos síntomas lo que más demanda es ayuda sobre cómo aliviar estos síntomas e incluso como prevenirlos, cuando él es conocedor de qué es lo que lo produce.

    La alergia es una reacción descontrolada de nuestro cuerpo ante determinadas sustancias, habitualmente el polen, hongos, pelo de gato y perro, e incluso determinados alimentos de temporada. También, según nuestro puesto de trabajo, puede haber materiales que desencadenen el proceso alérgico, como el látex en los profesionales sanitarios, harinas en panaderías o productos químicos concretos en peluquerías y fábricas.

    Desde la oficina de farmacia y bajo mi punto de vista, el mejor remedio a este problema es dejar de estar expuesto al factor que desencadenada la alergia, si tenemos la suerte de conocerlo. Pero si esto no es posible, existen determinados remedios que bajo supervisión farmacéutica nos pueden ayudar a vencer con éxito este proceso.

    Los farmacéuticos podemos ofrecer comprimidos que tomados frecuentemente, preferiblemente cuando vayamos a exponernos al alérgeno, pueden evitar el desarrollo de los síntomas. Coexisten colirios que nos van a ayudar a disminuir la irritación ocular, la quemazón e incluso el exceso de lágrimas que tanto nos molestan.

    Si el proceso alérgico va acompañado de irritaciones en la piel, determinadas pomadas pueden disminuirlas o si el síntoma que más nos incomoda es la congestión nasal, la utilización de soluciones salinas e incluso inhaladores descongestivos puede ser la solución. En cualquier caso, la derivación al médico y que él valore exhaustivamente el problema mediante un análisis clínico también es una solución,  permitiendo así un tratamiento más específico.

    Animo a consultar con el farmacéutico de confianza las medidas preventivas e higiénicas en cada caso particular. Es importante tener en cuenta, por ejemplo, que en el caso de que sean los animales los que producen la alergia habría que evitar que se acerquen a nosotros, que no duerman en la misma habitación, bañarlos frecuentemente y lavarse las manos cuidadosamente después de tocarlos. Si entendemos que es el polen ambiental, debemos mantener las ventanas cerradas y disminuir las actividades al aire libre, sobre todo en las horas centrales del día.