• Las paperas remiten tras contagiar a más de 700 albaceteños

    El virus no ha provocado muertes ni secuelas en los pocos casos en los que se ha complicado, pero las dolorosas paperas se cebaron el año pasado con los más jóvenes en Albacete. La onda epidémica comenzó en octubre de 2016 y cogió fuerza a lo largo de 2017, pero este año, prueba de que el brote remite, Epidemiología sólo se ha enfrentado 14 contagios. Los 42 casos de 2016, junto a los 650 de 2017 y los 14 de 2018 suman 706 casos, una cifra llamativa estando la vacuna en el calendario infantil pero muy alejada de los más de 3.000 contagios que se llegaron a registrar a mediados de los ochenta. 

    La Dirección Provincial de Sanidad, a través de sus epidemiólogos, ha estado encima del proceso desde el principio, recomendando la vacunación en el entorno de los contagiados y estudiando, sin datos concluyentes el motivo. Esta claro que el virus es una consecuencia de un brote a nivel nacional, pero los técnicos de Sanidad tampoco pueden asegurar que haya un fallo en la vacuna porque no todos los contagiados tenían documentación al respecto.

    Las paperas se han complicado en adultos con meningitis e inflamación de testículos que no han dejado secuelas, pero sí constancia de que este virus, si bien suele resultar banal en la infancia, se complica con la edad.

    Además, si en un principio se vieron casos de treintañeros que no tuvieron acceso a la vacuna cuando eran pequeños, porque la triple vírica -contra sarampión, paperas y rubeola- no existía, la evolución del brote ha confirmado que también se habrían contagiado jóvenes vacunados, ya que la mitad de los afectados han sido menores de 25 años. El problema es que, la falta de registros informáticos, impide comprobar si se pusieron una o dos dosis, ya que en la actualidad se recomienda una vacuna de recuerdo. 

    Cabe recordar que la triple vírica, la única arma junto con la higiene para prevenir las paperas, se administra en la provincia desde 1981, pero su inmunidad ante las parotiditis nunca ha sido alta. De hecho, en 1985 aún se registraron 3.000 casos de paperas en la provincia.

    La población no debe bajar la guardia. Es importante que conserve las buenas costumbres que se adoptaron con la gripe A, como no compartir vasos y cubiertos, lavarse las manos, sobre todo antes de comer, y, en definitiva, protegerse de los contagios con sentido común.

    Hepatitis, gripe y sarampión

    De momento, Albacete permanece inmune a la ola de contagios de sarampión que vive Europa por la falta de vacunación de la población infantil. Asimismo, el brote de Hepatitis A del año pasado se considera prácticamente cerrado porque arrastra meses sin contagios y la gripe, la epidemia tradicional del invierno, también remite.