• “Las vacunas no causan autismo”

    Los médicos han tenido que negar públicamente lo evidente. En un comunicado y ante la situación generada por las declaraciones realizadas por el  presentador de radio Javier Cárdenas, con las que ha contribuido a propagar el bulo que relaciona el uso de las vacunas con el aumento de los casos de autismo, la Organización Médica Colegial (OMC) ha manifestado, una vez más, su preocupación por la falta de rigor en la transmisión de noticias sobre enfermedades y tratamientos, en un doble sentido:

    En ocasiones, se malinterpreta y descontextualizan informes o declaraciones que crean alarma y ponen en cuestión intervenciones clínicas o de salud pública cuya efectividad está perfectamente establecida. Y en otros casos, se difunden actividades y productos presuntamente sanadores que confunden a los ciudadanos y pueden tener fatales consecuencias para los pacientes.

    “El que los medios de comunicación públicos cuenten con programas que tienden a trivializar la información científica y médica es un problema que, como ciudadanos, nos afecta a todos. A pesar de que la divulgación siempre es difícil, la distancia entre la vulgarización y el sensacionalismo alarmista es notable y no debería recorrerse”, insiste la OMC.

     

    La Organizxación Médica Colegial subraya además que su compromiso con las normas éticas y de deontología médica “nos obliga a ejercer una tarea permanente dentro de la profesión médica para fomentar la buena práctica y corregir los errores y distorsiones. Sería importante que los periodistas y medios de comunicación social hicieran un importante esfuerzo para que su información siguiera los propios códigos éticos de su profesión y fueran contrastadas y valorada antes de su publicación”.

    Así, desde la OMC quieren transmitir a la opinión pública que:

    1. Las vacunas no causan autismo. Este bulo nació en el año 1998 del Sr. Wakefield, al que el Colegio General Médico Británico le retiró la licencia de médico acusándole de actuar de forma deshonesta e irresponsable, reconociendo que las conclusiones y los métodos del médico británico eran falsos. En los años posteriores se han publicado cientos de estudios científicos con decenas de miles de niños estudiados y en ningún caso se observó tal asociación.
    2. No hay ninguna epidemia de autismo, para ser más exactos, de trastorno del espectro autista. Existe una clasificación más reglada, un mejor conocimiento de la enfermedad que se une a una mayor preocupación y temor por parte de familiares y sociedad general que pide aclarar y buscar las posibles causas de este supuesto incremento.
    3. Las vacunas son seguras, no contienen mercurio, son efectivas y salvan cada año millones de vidas en el mundo. Las vacunas suponen el mayor avance de la medicina en los últimos años y sembrar la duda con informaciones desfasadas, equivocadas y falsas, es una temeridad.
    4. Las vacunas son medicamentos esenciales que hay que utilizar apropiadamente. Los debates, necesarios y obligados, basados en la búsqueda de la mayor evidencia posible, forman parte de la esencia del compromiso ético y profesional de los médicos.
    5. No menos importante es que en España, existe ya el principio consagrado de prevalencia del “interés superior del menor” (Ley Orgánica 8/2015 de Protección del menor y del adolescente), incluso frente a la patria potestad de los padres que tendrá́ una importante incidencia también en el terreno de las vacunas, terreno en el que es determinante considerar que las indicaciones vacunales son recomendaciones sanitarias y por tanto de libre aceptación, salvo los concretos casos de epidemias o grave riesgo para la salud pública, único caso en España actualmente en el que las autoridades pueden imponer la vacunación obligatoria a la población. 

     

    Desde la OMC “instamos a las autoridades sanitarias a que cumplan con sus obligaciones en esta materia y solicitamos un compromiso de todos los sectores implicados (profesionales sanitarios, administraciones, medios de comunicación, ciudadanos y pacientes) por una información en salud de calidad y contrastada”.