• Linfedema, la inflamación que se trata con fisioterapia

    Este martes, 6 de marzo, se celebra el Día Internacional del Linfedema, una efemérides instituida en el año 2008 por asociaciones de pacientes de todo el mundo -en España, por la Federación Española de Asociaciones de Linfedema (Fedeal)- y que tiene como objetivo concienciar a la población sobre esta enfermedad y la realidad que viven sus pacientes. El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (Coficam) se suma a la celebración, y a las reivindicaciones de las asociaciones de enfermos, para que puedan ser tratadas por la sanidad pública, con diagnóstico precoz y por equipos multidisciplinares.

    El linfedema es la inflamación crónica de una parte del cuerpo, debido a la acumulación de linfa debido a la sobrecarga del sistema linfático, que excede a su capacidad de drenaje. Considerado como enfermedad rara, el linfedema se origina por la obstrucción de los canales linfáticos, lo que da lugar a una hinchazón crónica de una o varias partes del cuerpo, muy especialmente de las piernas –hasta un 80% de los casos, si bien también puede producirse en los brazos, el tronco, la cabeza y el cuello.

    Los linfedemas por lo general se presentan en una gran variabilidad de formas. Cuando se trata de linfedemas primarios, que por lo general obedecen a alguna alteración anatómica o congénita de los conductos linfáticos, la presentación puede incluso ser desde el nacimiento o la infancia, pero con más frecuencia aparecen a partir los 35 años, como consecuencia de un pequeño traumatismo o esguince en una extremidad. Por lo general comienza como un edema en tarso y tobillo. Por su parte, los linfedemas secundarios se relacionan con la existencias de tumores que afectan a las cadenas ganglionares (próstata, ovario, mama,…) o con la extirpación quirúrgica o radioterapia de estos tumores y las zonas periféricas. Puede ser inmediata su aparición, aunque también se dan casos en que lo hacen muchos años después del tratamiento y sin un aparente motivo desencadenante.

    El 30% de las casi 11.000 españolas sometidas cada año a una mastectomía padecen a continuación un linfedema. Este se produce por la acumulación de linfa en el tejido graso subcutáneo. Dicha acumulación está causada, a su vez, por la alteración que sufre el sistema linfático durante la extirpación de las mamas, ya que, junto a estas, se extirpan también ganglios linfáticos situados en las axilas, lo que puede ocasionar la obstrucción del drenaje de la linfa y la formación de edemas.

    La fisioterapia, recuerda Coficam, es fundamental para el tratamiento del linfedema y los profesionales de la fisioterapia trabajarán estrechamente con el paciente para diseñar un programa de tratamiento para ayudar a controlar la inflamación y alcanzar la meta de que la paciente retorne a sus actividades diarias.

    Para las inflamaciones más graves, el fisioterapeuta desarrolla un tratamiento completo que incluye: presoterapia, una técnica instrumental que mediante compresión aumenta el flujo venoso y linfático; el drenaje linfático manual (DLM), una técnica manual que se siente como una forma ligera de masaje y que ayuda a mejorar el flujo de la linfa; vendaje compresivo, ayuda a reducir la inflamación, suele mantenerse durante 24 horas; y ejercicios terapéuticos, elevaciones de brazos, flexo-extensión de muñeca y codos, movilización de los dedos, pronación-supinación, etc