• ¿Los estudiantes sufren “wasapitis”?

    El 74% de los estudiantes de Ciencias de la Salud del Campus de Albacete reconoce que pasa varias horas al día conectado a Internet, sin dejar más de sesenta minutos de intervalo entre conexión. Su principal motivo de entrada son las redes sociales, seguidas de whatsapp y de música y películas. Los alumnos de Medicina, Farmacia y Enfermería reconocen que esta práctica les causa dolores de cabeza y espalda, cansancio ocular e, incluso, molestias en la nuca, los pulgares y la muñeca. Esta conexión permanente ha provocado cambios en sus hábitos y una exposición de su vida privada que no siempre controlan, pero la mayoría reconoce que ya no hay vuelta atrás.

    Así se desprende del trabajo del médico Ricardo Enrique Reolid, quien presentó las conclusiones de sus estudios en las V Jornadas de Investigación en Atención Primaria de Castilla-La Mancha, que ahora se pueden consultar en la web del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.

    El trabajo del doctor Reolid alerta de los peligros de las redes sociales, de las posibles adicciones y consecuencias físicas, como la “wasapitis”, desde dolor de pulgar y muñeca hasta molestias cervicales. Pero lo realmente preocupante es que, aunque el 74% ve muy útiles las redes sociales tanto para el estudio como para su futuro trabajo, el 25% reconoce que no comprueba lo que comparte.

    El doctor Reolid en un momento de la intervención.

    El caso es que el teléfono se ha convertido en herramienta de trabajo y consulta para los sanitarios de todas las ramas, pero el riesgo de perder el tiempo, “engancharse” o exponer su vida privada ante los pacientes está ahí.

    Después de coger como muestra a 176 alumnos, Reolid ha llegado a la conclusión de que es necesario un taller o asignatura que dé a los futuros médicos, enfermeras o farmacéuticos los conocimientos necesarios para utilizar Internet sin caer en la adicción ni perder el tiempo, así como es importante que estos estudiantes dominen las herramientas para preservar su privacidad y diferenciar entre su perfil personal y su imagen profesional.

    En definitiva, las Ciencias de la Salud no pueden darle la espalda ni a Internet ni a las Redes Sociales, pero tampoco se pueden lanzar sin formación a un mundo con tantas ventajas como peligros.

    Batas blancas en las redes sociales