• Los excesos navideños aumentan las urgencias cardiovasculares

    Exceso de azúcares, grasas, alcohol y calorías a base de turrones, platos copiosos o marisco, poco calórico pero que dispara el ácido úrico. Entre el 24 de diciembre y el 7 de enero se aprecia un aumento del número patologías cardiovasculares, que se deben a los cambios en la dieta y en los patrones de consumo de alcohol. Estos días, suben la tensión y el azúcar al tiempo que aumentan los trastornos digestivos.

    Un centro de salud del Sescam, en Guadalajara, está desarrollando estos días gracias a su equipo de enfermería, y hasta el final de las fiestas navideñas, la campaña informativa ‘En Navidad… cuídate’, una iniciativa con la que pretenden concienciar para evitar en lo posible los excesos en las distintas comidas y cenas navideñas y, con ello, prevengan las consecuencias de estos excesos para la salud.

    Por este motivo, han decidido desarrollar una campaña en la que, además de ofrecer consejo individual en consulta, se están entregando hojas informativas a los usuarios del centro donde se refleja cuántas calorías supone, por ejemplo, la ingesta de polvorones, mazapanes, roscón de Reyes y otros platos característicos de los menús de estos días, como el pavo relleno o los langostinos con mahonesa, o el vino, licores o cava.

    Consejos en los menús navideños
    Asimismo, se recomiendan una serie de hábitos saludables que la ciudadanía debe tener en cuenta, sobre todo en estas fechas, para no lamentar las consecuencias de los excesos. En este sentido, insisten en la moderación a la hora de comer y la importancia de planificar el menú para que sea equilibrado, así como comprar sólo aquello que se vaya a consumir con el objetivo de “evitar las sobras”.

    Otro de los consejos es utilizar salsas caseras en lugar de salsas industriales y, en el caso de los postres, aconsejan elaborar dulces caseros reduciendo el contenido de grasas y azúcar. Finalmente, animan a consumir fruta y evitar en lo posible el consumo de alcohol, ya que aporta “calorías vacías”.

    Las comidas copiosas que se suceden a lo largo de estos días, sumadas a una mayor ingesta alcohólica y al sedentarismo, nos pueden hacer ganar una media de hasta cuatro kilos y llevan consigo una serie de consecuencias negativas para nuestra salud aumentando el riego de padecer problemas cardiovasculares.

    En este sentido, las enfermeras señalan que vienen observando que “después de estos días, los pacientes acuden al centro con la tensión alterada, las cifras de glucosa y colesterol más altas, y trastornos digestivos”.

    Para evitarlo, advierten que las “dietas milagro” tras los excesos no son una buena solución y “es preferible comer de todo pero en cantidades reducidas, es mejor, levantarnos de la mesa con la sensación de que podríamos seguir comiendo”. Asimismo, animan a realizar alguna actividad física, como bailar o acudir andando a contemplar la iluminación y ambiente navideños y visitar a la familia.

    “La alternativa es evitar esos excesos en la medida de lo posible, aun sabiendo que estos días siempre vamos a comer de más”, concluyen.