• Los maratonianos veranos del médico rural

    Más de setenta pacientes repartidos entre dos pueblos en un día; patologías que van desde las del recién nacido hasta las del nonagenario y el estrés de una población dispersa que se multiplica por tres cuando la plantilla se reduce a la mitad. Éste es el panorama al que se enfrentan los médicos rurales, los facultativos de Atención Primaria que trabajan en la Sierra.

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    Y el problema, aunque se ha agravado este verano, no es nuevo. Faltan sustitutos. De hecho, el Sescam ha llegado a proponer a la plantilla que amplíe jornada, trabajando el doble a cambio de más remuneración, pero la idea no ha cuajado.

    Zonas como Yeste o Alcaraz se encuentran con numerosos núcleos de población dispersos, con aldeas y cortijos donde la población envejecida, la que pasa todo el año, tiene que compartir médico con los veraneantes. Hay que pasar consulta y responder a los avisos domiciliarios. La presión atenta contra la salud del paciente y la del equipo médico, que se pasa la mitad de la jornada en la carretera.

    Entre las vacaciones y los descansos, las plantillas están al 50% cuando la población que hay que atender se multiplica.

    El pediatra, un lujo

    El pediatra se convierte en el lujo de los días alternos, lo que deja al médico que sólo ve adultos y ancianos contra las cuerdas.

    Este panorama lo dibujan los testimonios de médicos de la Sierra que cuentan sus penas a quien trabajó con ellos durante décadas, el doctor Juan Solera, quien actúa de portavoz por miedo a que sus compañeros sufran represalias por quejarse. No obstante, no se trata de una reivindicación de tinte político sino de una realidad, que se arrastra desde hace años, para la que se debe buscar una solución por el bien del personal sanitario y de los pacientes.

    En los verano del médico rural faltan sustitutos

    De hecho, Sindicato Médico denunció en junio “la situación que se produce en Atención Primaria por la escasez de sustitutos contratados por las Gerencias, provocando que durante el verano se tenga que hacer en muchas localidades una medicina a destajo por las consultas masivas que se originan al ser forzados a acumular los cupos de los facultativos ausentes en los centros de salud”.

    “La situación llega en muchas ocasiones a afectar a la salud laboral de los profesionales que sufren situaciones de estrés, sobreesfuerzo, falta de descanso, desplazamientos peligrosos y otras penosas y dañinas condiciones de trabajo, afectando y comprometiendo gravemente la correcta atención de los pacientes”.

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