• Me llamo Silvia y soy una “superviviente”

    El Autor

    Silvia Gómez 

    Superviviente

    Desde que se declaró la “Semana Internacional del Superviviente del Cáncer Infantil”, bajo el lema: “Together Stronger”, están apareciendo grupos de “supervivientes”. Son jóvenes que han superado un cáncer durante la infancia o adolescencia. Muchos se preguntarán con qué propósito, al fin y al cabo, ellos no lo sufren, no lo están pasando.

    Quizá el grito de esta nueva figura que ha permanecido en silencio durante todos estos años sea más importante de lo que pensamos. Y os explico el por qué.

    “Mi nombre es Silvia, y tengo 21 años recién cumplidos. Cuando tenía 6 años, me diagnosticaron un osteosarcoma en el fémur de la pierna izquierda, o como podríamos reconocerlo la gente corriente, cáncer de hueso. Sí, cáncer. A lo largo de algo más de un año, mi vida cambió estrepitosamente, obligándome quizá a madurar un poco antes que el resto de niños que tuvieran mi edad; la vida, dicen. Tras meses de quimioterapia, horribles efectos secundarios, y no me refiero precisamente a perder el pelo, después de tener que asumir la realidad de, vivir con una pierna menos, “ya ves tú”. Después de perder un año de clase, después de ganar grandes amigos, y de perderlos, llega el momento en el que te dicen: “estás limpia, has vencido el cáncer”. Ya está, pensarían muchos. Pero no, yo esta batalla no la he ganado, esta batalla vivirá conmigo, al igual que con muchos otros niños, chicos y chicas que se enfrentan a ella diariamente.”super

    El cáncer te deja huella de por vida. Son muchos los golpes que esta enfermedad te da, incluso después de superarla.

    Como “superviviente”, tengo muchos motivos por los que seguir luchando después del cáncer…

    Probablemente una de las cosas que más feliz me haría es que la palabra cáncer sonara sin miedo, sin vergüenza, sin pena. Ojalá dejara de ser un tabú, ojalá se aceptara por la sociedad, ojalá y todas las personas supieran ciertamente de ella, fuera mitos. Porque de este modo la palabra cáncer, solo iría ligada a otra palabra más, que es lucha.

    Me gustaría trabajar para que todas esas secuelas a largo plazo que muchos colectivos son conscientes que podemos padecer, dejen de ser obviadas y se pongan los medios necesarios.

    Sería fabuloso conseguir un control tras la enfermedad, para una vez que nos den el “alta definitiva”, podamos vivir tranquilos, sabiendo que el cáncer no volverá a sus anchas.

    Pero lo más magnífico que podemos hacer los “supervivientes” es ayudar a todos aquellos que están pasando en este momento por esta guerra. Es ayudarles, apoyarles, defenderles. Es hacer todo lo que esté en nuestra mano. Hay experiencias que no son de buen gusto vivirlas absolutamente para nadie, pero ya que te ha tocado pasar el mal trago, lo mejor que puedes hacer es conseguir que esas personas, que ahora son tan como tú, luchen con más fuerza que nunca.

    En definitiva, los “supervivientes” estamos naciendo para seguir luchando desde cualquier punto de la batalla, por nosotros, por los que están y por los que estuvieron.