• Médicos a bajo cero

    Cansado de contratos temporales, el pediatra Jorge Sotoca hizo las maletas para mudarse, junto a su familia, a más de 3.300 kilómetros de Albacete. Hace ya cuatro años que voló a Suecia, donde él y su mujer, que es oftalmóloga, tienen contratos indefinidos, buenos sueldos y tiempo para sus tres hijos. Su historia es la de muchos, España los forma y el resto de los países se los rifan.

    Jorge Sotoca médico Suecia

    Dos de los hijos de Mercedes y Jorge, en la nieve. Fotografía: Jorge Sotoca

    De Albacete a Suecia

    Alumno del Instituto Tomás Navarro Tomás, Jorge Sotoca tenía el perfil del joven que nunca se marcharía de su tierra. De hecho, estudió la carrera sin salir de casa, ya que forma parte de la primera promoción de la Facultad de Medicina de Albacete. Aquí haría la residencia y aquí empezó a trabajar. Sin embargo, un sinfín de contratos temporales y una rotación en Estados Unidos marcaron un “impasse” en su vida.

    Jorge Sotoca médico Suecia

    Jorge pasea en trineo a dos de sus hijos.

    Su mujer, Mercedes López, llevaba una trayectoria similar. También estudió el Bachillerato en Albacete, en el IES Ramón y Cajal, y entró un años después en la Facultad de Medicina. Como él, la residencia la hizo en el Complejo Hospitalario, pero en Oftalmología. Sin embargo, ella aún consiguió una interinidad, pero Jorge empezó con un contrato en el Hospital de Villarrobledo, bajo la promesa de que volvería a Albacete con una nómina más estable, pero los años pasaban y se sucedían los contratos de seis meses, tres meses y, al final, mes a mes. Aunque sabía que no le iba a faltar trabajo, que no había médicos en el paro, la espada de Damocles estaba ahí.

    Jorge Sotoca médico Suecia

    Mercedes y Jorge durante el verano escandinavo, que no supera los 25 grados.

    En Suecia el contrato para un médico es indefinido, sin oposición

    Cuando nació su primer hijo, este pediatra y su mujer decidieron que debían replantearse su vida con empleos más estables, así que se pusieron a buscar. Tenían buenos recuerdos de su estancia en Estados Unidos, pero no les convencía como país para que crecieran sus hijos, por lo que se detuvieron en la oferta de una empresa que reclutaba médicos para los países nórdicos. Hicieron una primera entrevista por vídeo conferencia; viajaron tres días a Suecia para conocer el hospital y cuando dieron el “sí”, el centro sanitario les pagó cuatro meses de alojamiento en un hotel a las afueras de Barcelona, con guardería, donde les dieron clases de sueco hasta alcanzar el nivel B2. También les daba 700 euros mensuales.

    El hospital pagó al matrimonio de médicos cuatro meses de alojamiento y un curso de sueco

    En febrero de 2013, la familia Sotoca López se mudaba a Suecia, a tres horas y media de avión, con mínimas de hasta 15 grados bajo cero y un cielo gris plomizo que no se abre de noviembre a marzo. Eso sí, los contratos son indefinidos, las bajas maternales son de dieciséis meses compartidos entre ambos, un sueldo bruto no baja de los 5.000 euros y allí cada uno trabaja el tiempo que decida. Además, el doctor Sotoca valora que no se practique la medicina defensiva. “Aquí no hay miedo a la denuncia, consensuamos con los pacientes las pruebas, con respeto y civismo. En Suecia, en cualquier contexto, no escuchas una palabra más alta que otra”.

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    Pediatra y oftalmóloga regresan a España, con sus tres hijos, hasta cinco veces al año, pero, de momento, aquí no tienen una oferta laboral que les tiente.

    Pinche aquí para conocer al doctor Sotoca en una reciente conferencia en el Hospital General Universitario de Albacete.

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