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Los mensajes de las cajetillas no dejan lugar a dudas, fumar mata. Sin embargo, sólo el mes pasado, los albaceteños invirtieron 6,8 millones de euros en esa muerte lenta que facilita el tabaco; los toledanos gastaron más de 11,9 millones en cigarrillos; los conquenses, 4 millones; los guadalajareños, 4,3 millones y en Ciudad Real compraron cajetillas por valor de más de 9 millones de euros. Es tan cierto que perjudica a la salud como que se trata de un negocio millonario. Así se desprende de las últimas estadísticas hechas públicas por el Alto Comisionado para el Mercado de Tabaco.
Y si en un mes las cifras llaman la atención, los balances anuales son aún más sorprendentes. Castilla-La Mancha invirtió el año pasado 529,9 euros en tabaco. Además, cuando se trata de matarse, el paciente no escatima, ya que la marca más cara es la más vendida.
Los análisis del blog Albacete en Datos y la estadísticas del Alto Comisionado, no dan pie a un cambio de tendencia. Los fumadores han sido desterrados de los bares, películas, centros de trabajo y publicidad, pero el consumo oscila tanto que no se puede hablar de un descenso tajante.
De 2015 a 2016 las ventas han descendido en 15 millones en la región, pero no se ve una tendencia clara. El consumo de tabaco en 2015 fue similar al del año anterior; subió ligeramente en cigarros y tabaco para pipa, y bajó en cigarrillos y tabaco para liar. Pero lo más significativo es que después de tres años de bajadas, el aumento de 2015 confirmó la recuperación que ya se apuntó en 2014. Un panorama que lleva a hablar, sólo en Albacete, de más de mil cigarrillos y 260 euros por habitante y año.
El tabaco merma la salud y vacía los bolsillos, pero una adicción que se ha llegado a comparar con la fuerza de la heroína hace imprescindible que la prevención sea tanto o más importante que los cursos de deshabituación. Y es que, según los cálculos de la Dirección Provincial de Sanidad, fumar mata a la mitad de sus clientes.
