• Morir de olvido

    Una de las causas de muerte tipificadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es la senilidad. Y como consecuencia del envejecimiento llegan inevitablemente sus complicaciones, de ahí que todos los años, sólo en Castilla-La Mancha, mueran en torno a 750 personas a causa del mal de Alzheimer. El olvido llega a tal punto que no se recuerda lo más básico y, después de años de lucha, el cuerpo se rinde a lo que la mente ya se abandonó hace tiempo. Según los últimos datos del INE, la mayoría de las víctimas, dos de cada tres, son mujeres.

    El último año del que se han publicado estadísticas, 2015, el INE contabilizó 231 muertes por alzhéimer en Toledo, 185 en Albacete, 186 en Ciudad Real, 97 en Cuenca y 51 en Guadalajara. Así, frente a las 750 personas que murieron de alzhéimer, 64 fallecieron sin más justificación que “senilidad”.

    Si bien el corazón es el que más mata, por los malos hábitos, en Castilla-La Mancha también se puede morir de viejo o, simplemente, de olvido. No obstante, igual que se gana terreno a la esperanza de vida, también se debe conquistar la calidad de la misma.

    El regreso a la dieta mediterránea y al ejercicio físico mejorará las condiciones a las que se llega a la vejez, viéndose mejoras en los problemas circulatorios, que ahora son la principal causa de muerte, y en el cáncer, que es la segunda.

    En el caso del alzhéimer, aunque la alimentación y el ejercicio sean importantes, la ciencia también está poniendo de su parte. De hecho, el jefe del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario de Albacete, Tomás Segura, ha augurado en más de una ocasión que al tratamiento contra el alzhéimer le queda una década, lo que nadie sabe es quién podrá pagarlo dada la gran demanda que habrá.

    En 2015, las enfermedades del sistema circulatorio se llevaron 5.589 vidas en Castilla-La Mancha, frente a las 750 que se cobró el alzhéimer. El estrés, el tabaco, el sedentarismo y la obesidad juegan en contra de la salud, de ahí que las enfermedades relacionadas con el corazón estén por encima pero también muy cerca del cáncer, que en 2015 se cobró 4.914 vidas en la región.