• Ni un solo caso de linfedema sin tratar

    Éste es uno de los objetivos de la asociación de lucha contra el cáncer Amac. Sus fisioterapeutas recorren cientos de kilómetros al mes para evitar que se repitan los casos que se están encontrando en los pueblos, los de mujeres con linfedemas sin tratar cuyo brazo afectado pesaba cinco kilos más que el sano. Esta patología, secuela del cáncer de mama, se puede tratar con fisioterapia, de ahí que la asociación viaje allí donde la sanidad pública no llega.

    Ahora Amac cuenta con una unidad móvil, un vehículo donado por una empresa albaceteña que permitirá que sus profesionales continúen con sus viajes a Balazote, Mahora y La Gineta y que, en breve, lleguen también a Tarazona de La Mancha y Pozo Cañada. De esta manera, no sólo se garantiza la fisioterapia, también la atención psicológica y las charlas preventivas.

    El linfedema, de cualquier etiología, supone una incapacidad funcional, un problema estético, un problema psicológico y de afectación de la imagen corporal, además de un riesgo de complicaciones potencialmente graves. De hecho, el linfedema se ha descrito como la complicación a largo plazo que más angustia produce a las mujeres sometidas a linfadenectomía por neoplasia de mama, debido a su repercusión sobre la calidad de vida.

    La Asociación de Mujeres afectadas de Cáncer de Mama y Ginecológico Amac es una organización, sin ánimo de lucro, que realiza actividades de información, prevención, tratamiento e inserción social y laboral de las mujeres afectadas por la enfermedad. En la provincia de Albacete cuenta con cerca de 1.000 asociadas.

    Después de recorrer el polígono más grande de Castilla-La Mancha, el de Albacete, en busca de ayuda, la asociación Amac se encontró con el apoyo de Benibaldo, empresa que le ha donado uno de sus vehículos para que fisioterapeuta y psicóloga puedan recorrer la provincia.