• No es un privilegio, es una necesidad

    El Autor

    José Vaquerizo

    Presidente de Metasport Castilla-La Mancha y ex atleta paralímpico

    La mejor feria del mundo, como la de Albacete, merece tener un recinto ferial accesible para todas las personas, y lo tiene. Pero muchas veces la accesibilidad no es suficiente para ser útil y beneficiarse de ella correctamente.

    Este caso de accesibilidad “inútil” se encuentra en el 99% de los servicios adaptados para personas con discapacidad de la Feria de Albacete. Cuando en una puerta de un servicio está dibujado el símbolo que caracteriza a una persona que utiliza silla de ruedas para desplazarse es porque ese servicio público solo lo pueden utilizar esas personas, ya que en cualquier otro no podrían entrar por las dimensiones de su “medio de transporte”.

    En estas fiestas como en otras cualquieras las personas van a divertirse con sus amigos, conocidos, familiares, amantes, parejas, matrimonios, hijos, etc. Cada uno se lo pasa bien con quien quiere y de la manera que más le guste; bailando, bebiendo, drogándose, montándose en las atracciones de la Feria, etc. Muchas veces algunas formas de divertirnos distorsionan nuestras neuronas haciendo cosas que no acostumbramos hacer, convertidas en actos incorrectos, desagradables y poco afortunados que pueden perjudicar a segundas personas.

    Pero desafortunadamente estos servicios públicos de la Feria de Albacete no son los únicos que sufren este tipo de “accesibilidad inútil”. Muchos restaurantes, bares, pubs y demás antros de hostelería y diversión de este país utilizan sus servicios públicos accesibles para personas con discapacidad de almacén. Cuando una persona con discapacidad necesita utilizar los servicios públicos de estos bares puede encontrarse con cajas de cervezas, de whisky, fregonas, cubos y más materiales que se suelen utilizar en la hostelería. En este caso considero más grave la accesibilidad inútil ya que la culpabilidad de este “servicio inaccesible” recae más directamente en las personas que regentan el negocio hostelero supuestamente accesible. Por el contrario, en la inaccesibilidad de los servicios de la Feria forma parte de los ineptos feriantes que se divierten a su manera sin pensar en las consecuencias que acarrea su diversión.

    Los servicios públicos adaptados de la Feria de Albacete es uno de los lugares preferidos para obrar los actos incontrolados, en muchos de los casos,  de los que se divierten. Cuando entras en un servicio adaptado del Recinto Ferial de Albacete en plena Feria te puedes encontrar desde vómitos por el suelo, preservativos donde menos te los esperes hasta sustancias estupefacientes y más porquerías.

    Una de las posibles soluciones sería contratar a personas para que estén controlando la puerta de los baños accesibles para personas con discapacidad con el objetivo de no dejar entrar a persones capaces de hacer sus necesidades en cualquier otro servicio público.