• Nuevos instrumentos contra la obesidad

    El Autor

    Mª Loreto Tárraga Marcos

    Enfermera, doctora por la UCLM

    La obesidad es una pandemia global en aumento. España, corroborando esta tendencia, está alcanzando cifras de obesidad que indican que estamos ante un serio problema de salud pública, dadas las comorbilidades asociadas del exceso de peso corporal, además de demostrar su relación con la mortalidad de modo independiente.

    En España, un 55% de la población adulta y un 45% de la infantil presentaron exceso de peso en el año 2005 y unos 10 años más tarde, el exceso de peso y obesidad en adultos entre 25 y 64 años ha representado un 60,9% de la población española. Es decir, a pesar del conocimiento de su patogenicidad y su relación con la mortalidad, la prevalencia e incidencia de esta enfermedad aumentan en el tiempo, sin que las intervenciones indicadas (recomendaciones dietéticas con disminución de la ingesta calórica y aumento de la energía gastada, mediante actividad física o ejercicio físico) hayan logrado disminuir su constante aumento en la población adulta.

    Se plantea la necesidad de diseñar nuevas estrategias, que puedan mejorar los resultados actuales, en el contexto de la práctica clínica diaria y, por tanto, contribuir a disminuir las complicaciones derivadas del exceso de peso.

    En este sentido, nuestro grupo de estudio diseñó una intervención motivacional grupal, impartida por personal de enfermería previamente formado por psicólogos expertos, que se añadió a los cuidados habituales en pacientes obesos seguidos durante 2 años. Posteriormente se publicaron los resultados, con un 36% de pacientes que alcanzaban una pérdida de peso ≥ 5%. Esta intervención fue replicada después en otra zona geográfica de nuestro país, donde se repitieron los resultados del anterior estudio. Como se publicó previamente, a los cuidados habituales se añadía una intervención de motivación en grupo de una hora de duración cada 2 semanas.

    Igualmente nos planteamos la oportunidad que brindaban las nuevas tecnologías a la hora del diseño de futuras estrategias. Las tecnologías de la comunicación (TIC) y la información y, en concreto Internet, han emergido como una nueva posibilidad capaz de hacer frente a las limitaciones de los programas tradicionales, con el fin no solo de alcanzar la pérdida de peso sino también de mantener los resultados obtenidos después de la intervención, sobre todo teniendo en cuenta que la terapia cognitivo conductual puede ser adaptada a los programas computarizados.

    Así planteamos un estudio con tres grupos, uno con intervención motivacional intensiva, otro con seguimiento a través de telemedicina y el tercero con seguimiento en consultas de forma habitual.

    Los resultados de nuestro estudio muestran que las intervenciones para reducir peso, incluido el grupo control, son eficaces en su disminución transcurrido un año de su aplicación, si bien los resultados menores corresponden al grupo control que, en promedio, disminuyó 1,7 kg (al menos no aumentó, como efecto rebote frecuentemente observado).

    Pero esta disminución ha sido más eficaz en el grupo que trabajó con la intervención motivacional (casi 6 kg) y en el grupo que trabajó con la telemedicina, algo más de 4 kg. Resultados que pudieran considerarse modestos, pero no irrelevantes, ya que un 81,7% del grupo de intervención motivacional alcanzó una pérdida de peso ≥5%; el 49,2% el grupo de telemedicina (casi la mitad) y solo un 16,4% en el grupo control.

    Así pues, el grupo de intervención ha resultado 5 veces más eficaz que el grupo control en lograr una pérdida de peso ≥5% durante un año y 1,5 veces más eficaz que el grupo de telemedicina. A su vez, este grupo, ha resultado 3 veces más eficaz que el grupo control. Y todo ello con un número de pacientes necesarios a tratar entre 2 y 4, lo que indica que es preciso aplicar el método del grupo de estudio a 2 pacientes con sobrepeso u obesidad para lograr un nuevo caso de pérdida de peso ≥5% en un año.

    Por tanto, con muy poco esfuerzo pueden alcanzarse pérdidas de peso ≥5% y con ello comenzar a revertir los efectos adversos asociados al sobrepeso y a la obesidad.

    Si bien la intervención motivacional ofrece mejores resultados tanto en cuanto a la reducción del peso como en cuanto a su mantenimiento, los resultados de los 2 protocolos presentados tienen un impacto clínico suficiente, sobre todo teniendo en cuenta la escasez de recursos que utilizan. Así pues, creemos que es fundamental seguir explorando las posibilidades que las nuevas tecnologías pueden tener en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.