• Palomas, freno a un problema de salud pública

    Con 46 aves por habitante, según la última estadística del Ayuntamiento, Albacete no puede negar que tiene un problema con las palomas. El mítico símbolo de la paz supone un auténtico problema de salud pública, ya que, fuera de la poesía, estas aves están en el aire al nivel de las ratas en la tierra, por el sinfín de enfermedades que pueden transmitir si no se vigilan las condiciones en las que anidan. Terminado el diagnóstico inicial, el Ayuntamiento de Albacete tomará medidas de control en octubre.

    El año pasado, se adjudicó el control de las palomas a una empresa experta en plagas, con el fin de realizar un diagnóstico de la situación. El objetivo no era otro que el de actuar para reducir la población hasta unos niveles sostenibles mediante capturas en puntos problemáticos, inspección y actuación ante denuncias. Se les colocaron radares para ver el circuito que seguían hasta comprobar cómo los verdaderos problemas se sitúan en edificios abandonados y parques.

    Así lo ha confirmado la concejal de Medio Ambiente, Rosa González de la Aleja, quien ha explicado que se ha renunciado a la posibilidad de sacrificar animales porque esta medida no impide que vuelvan a anidar. El control de estas aves irá dentro del pliego de zonas verdes, por lo que el Ayuntamiento espera actuar a partir de octubre. Se abogará por medidas que resuelvan el problema a largo plazo, como los piensos estilizadores.

    Asimismo, la Concejalía de Medio Ambiente se ha puesto en contacto con el Colegio de Administradores de Fincas con el fin de que todos los edificios, sobre todo los abandonados, cumplan con la ordenanza y eviten la cría sin control.

    A la paloma blanca, la de los parques, se le suma la torcaz, la del campo. Ambas buscan comida y agua, de ahí que las zonas más problemáticas de la ciudad sean el Paseo de la Libertad, la zona de la Fiesta del Árbol, el Paseo de la Cuba o el barrio de Parque Sur. La idea es conservar su presencia en las zonas verdes, pero de manera controlada. Igual que hay campañas anuales de desratización y desinsectación, ahora se van a tomar medidas con las palomas que no afecten al resto de las aves ni supongan un peligro para niños o animales de compañía.