• Sanidad en las prisiones, en tierra de nadie

    El Autor

    Pedro Antonio Martínez Sánchez

    Representante CESM prisiones

    Las leyes están para cumplirse, nos dicen a diario los políticos, salvo en el caso de la sanidad penitenciaria, que debería estar integrada en las CCAA desde hace 17 años y no lo está. La crisis del Covid 19 ha puesto de manifiesto una vez más está necesidad.

    prisiones

    Durante esta crisis, las prisiones, han estado en tierra de nadie, el Ministerio del Interior dispone de medios diagnósticos para Policía y Guardia Civil pero no para las prisiones, la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias se limitaba a pedir la colaboración de las CCAA, que al no estar integrados en su sistema sanitario, dejan a los centros penitenciarios en último lugar.

    Los médicos de prisiones, con el 50% de efectivos, intentamos realizar una atención sanitaria integral, las prisiones son centros de salud en los que se trata a los pacientes de diabetes, cardiopatía o asma como en cualquier otro, de su problema de salud mental y de su drogodependencia si la tiene. Durante esta crisis además de atender a nuestra población con falta de recursos materiales y humanos, hemos elaborado nuestros propios protocolos, informado a internos y funcionarios, y todo ello con una enorme sensación de abandono y soledad, sin apoyo del ministerio del interior.

    La labor que se realiza en los centros penitenciarios debería tener una continuidad de cuidados en el exterior, a la salida en libertad, para eso es imprescindible formar parte de la red sanitaria de las CCAA, estando integrados, esa continuidad de cuidados garantiza la igualdad y equidad de cualquier persona, privada o no de libertad, permitiendo realizar una función rehabilitadora y de salud pública muy importante, pues un paciente con problemas de salud mental estabilizado y derivado a un dispositivo asistencial comunitario, se integra en la comunidad, un paciente adecuadamente tratado y derivado evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual, un dogodependiente abstinente difícilmente volverá a delinquir.

    Un gueto

    El ministerio del interior y la secretaria general de instituciones penitenciarias en vez de facilitar esa integración fomenta el aislacionismo, pretende seguir funcionando como un gueto.

    Nos aislamos cuando se contratan psiquiatras que no forma parte del sistema sanitario, cuando se convocan plazas de psiquiatras de prisiones que no pueden derivar a los pacientes a recursos de salud mental de las CCAA, cuando si alguien ingresa en la prisión de la Torrecica de Albacete, la médico del centro penitenciario no tiene acceso a su historia clínica, no sabe si esa persona es diabética, cardiópata, tiene problemas de drogas, de salud mental o qué tratamiento toma, pues desde las prisiones no se tiene acceso a los programas informáticos de la comunidad autónoma.

    En el siglo pasado

    Estamos aislados cuando si desde el centro penitenciario se solicita alguna prueba diagnóstica, radiológica o analítica y no tenemos acceso informático a los resultados, seguimos en el siglo pasado.

    Plazas de médicos interinos

    La secretaria general de instituciones penitenciarias fomenta el aislamiento convocando plazas de médicos interinos, el 20-3-20, en la que pide menor titulación de la que se exige a los médicos de carrera, dando a entender que no le importa la preparación que deben tener los médicos de prisiones, dificultando la integración, aumentando la brecha salarial y laboral, prolongando la agonía de la sanidad penitenciaria y descuidando a los profesionales con los que cuenta en la actualidad.

    Integración real

    Desde CESM luchamos por una sanidad penitenciaria integrada en la sanidad pública de las CCAA, que garantice a las personas privadas de libertad una asistencia sanitaria en las mismas condiciones que el resto de la población española, para que la institución penitenciaria pueda cumplir la función que la constitución le asigna.

    Hemeroteca

    Prisiones sin médico en verano

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