• Farmacia, tan necesaria como desconocida

    El Autor

    Sara Mínguez

    Doctora en Farmacia por la Universidad de Castilla-La Mancha

    Mi nombre es Sara Mínguez, soy licenciada en Farmacia por la Universidad de Valencia y trabajo como farmacéutica comunitaria en la capital. De ahora en adelante seré la voz de farmacéuticos y pacientes para el Diario Sanitario de Albacete. Este nuevo medio me ofrece la posibilidad de poder acercarles a ustedes las novedades referentes a las oficinas de farmacia de nuestro entorno. Como persona enamorada de mi profesión, me siento orgullosa de poder hacerlo. 

     

    En aras de que pongan su confianza en mis textos, les contaré que llego avalada por mi formación como doctora en Farmacia por la Universidad de Castilla-La Mancha. A esto, además, se suma el esfuerzo en el trabajo diario y los estudios de investigación que vengo realizando desde hace años. El trabajo cotidiano con enfermos que padecen diversas patologías, la experiencia que me he ido forjando a lo largo del tiempo y sobre todo el aprender de cada uno de ellos, hace posible que me vea capacitada para unir  conocimiento y poder transmitírselo a los lectores.

    Cada quince días procuraré, de una forma sencilla y fácil, transmitirles información acerca de nuevos tratamientos médicos; mantenerles al día sobre la evolución de la oficina de farmacia; e irles contando cómo es el trabajo en ella.

    Así pues, me gustaría demostrar que el trabajo de un farmacéutico no comprende sólo la venta de la medicación, sino que engloba también una serie de funciones, no muy conocidas, y de gran importancia para la salud. Además, el farmacéutico debe estar preparado para ofrecer consejos al paciente o cuidador, que viene a recoger su medicación, sobre  el manejo del tratamiento, según su patología y prescripción.

    Estos enfermos acuden a la oficina de farmacia con diferentes necesidades e inquietudes que, como profesionales sanitarios, debemos de solucionar con el mayor rigor posible

    Los farmacéuticos son los que, seguidos del médico de Atención Primaria, ven cada día a más pacientes y con las patologías más diversas. Estos enfermos acuden a la oficina de farmacia con diferentes necesidades e inquietudes que, como profesionales sanitarios, debemos de solucionar con el mayor rigor posible. En definitiva, uno de mis objetivos será hacerles llegar la verdadera función de un farmacéutico como especialista del medicamento: quiénes somos y en qué consiste nuestra formación, cuándo acudir a nosotros, dónde pueden encontrarnos y qué tipo de ayuda podemos ofrecerle.

    Simultáneamente, gracias a este diario, también habrá tiempo para hacerles partícipes de anécdotas y  de aquellas situaciones especiales que, día a día, nos suceden a aquellos que nos ponemos detrás del mostrador de una oficina de farmacia.