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El primer paso ya se ha dado. El Complejo Hospitalario de Toledo y el Hospital Nacional de Parapléjicos acogen, por segundo año consecutivo, a alumnos de sexto curso de la Facultad de Medicina de Albacete de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), que realizarán en el centro una rotación clínica de más de dos meses de duración.
El director general de Calidad y Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad, Rodrigo Gutiérrez y el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Collado, han dado la bienvenida a los alumnos junto al subgerente del Complejo Hospitalario de Toledo, Javier Gil Madre; la gerente del Hospital Nacional de Parapléjicos, Blanca Parra; el delegado del Rector para Ciencias de la Salud, José Moncho; la vicerrectora del Campus de Toledo, Fátima Guadamillas, y el decano de la Facultad de Medicina de Albacete, José Martínez.
En este sentido, ha recordado que este es el segundo año en el que el Complejo Hospitalario de Toledo acoge alumnos del rotatorio de sexto curso, paso previo para que en los próximos años se incorporen de forma progresiva otros cursos, implantando así el Grado de Medicina en Toledo. De esta manera, ha señalado, se da un paso más en una aspiración histórica de los profesionales sanitarios, consolidando el Complejo Hospitalario de Toledo como centro docente de carácter universitario.
Mejora de la asistencia
Por otra parte, Rodrigo Gutiérrez ha resaltado, durante el acto de acogida a los alumnos que hoy se incorporan, las líneas de trabajo de la Consejería de Sanidad para mejorar la atención que se presta a los pacientes Sescam.
Además, ha vuelto a hablar tanto del Plan de Renovación de Tecnología Sanitaria como de la Oferta Pública de Empleo.
Por otra parte, el director general ha recordado también el incremento en la oferta de plazas de formación MIR a lo largo de esta legislatura, lo que él considera un ejemplo más de la apuesta por la Sanidad pública del Gobierno de Castilla-La Mancha.
En este sentido, también ha animado a los alumnos a investigar, no solo durante su periodo formativo, sino también durante la posterior experiencia y desempeño profesional, pues es un pilar esencial para el desarrollo profesional y para mejorar la asistencia que reciben los pacientes.
