• Tregua para los hospitales de Almansa y Villarrobledo

    almansaLos especialistas de Almansa y Villarrobledo no exigirán que se ejecute a las bravas una sentencia que les permitiría regresar a Albacete. Aunque el Tribunal Superior de Castilla-La Mancha (TSJCLM) les da la razón y el Sescam reconoce que la tienen, los médicos no quieren que estas circunstancias afecten a quienes menos culpa tienen, a los pacientes. Eso sí, no esperarán un año a que se resuelva su situación.

    Así lo ha explicado a Diario Sanitario el vicepresidente de la Asociación de Facultativos Especialistas de Albacete (Afesalba), el otorrino Manuel García, quien se acaba de entrevistar con el director de Recursos Humanos del Sescam, Íñigo Cortázar. En su opinión, la asociación se ha encontrado con un cambio radical. Los nuevos gestores les reciben y escuchan, aunque, de momento, no les den soluciones.

    Y es que las fechas son complicadas y la situación aún más. Nadie niega que el traslado forzoso de setenta médicos a los hospitales de Almansa y Villarrobledo fue un error que hay que subsanar porque así lo dice la justicia. Aquello supuso la renuncia de algunos especialistas, que se marcharon de la provincia, por lo que ahora sólo afectaría a unos cuarenta, pero suficientes para dejar servicios enteros desiertos.

    De momento, el Sescam se ha comprometido a estudiar bien la situación y reunirse con los sindicatos para buscar soluciones que no puedan trastocar futuros cambios políticos.

    Afesalba comprende que la sentencia no se puede ejecutar por las bravas, aunque podría exigirlo. No obstante, también ha advertido al Sescam que la solución tiene que llegar en un máximo de 6 o 7 meses, que no va a esperar más de un año y que hay una línea roja, los afectados por la sentencia tienen que pertenecer de nuevo al área sanitaria de Albacete.

    Cabe recordar que este conflicto se generó hace cuatro años, con el cambio de gobierno, cuando las gerencias se separaron. Así, de Complejo Hospitalario de Albacete, que englobaba a los hospitales de Almansa y Villarrobledo, se pasó a las GAI, es decir, a gerencias que independizaban la administración de los centros. Eso supuso que los profesionales, en lugar de pertenecer al complejo pasaban a uno u otro hospital, lo que implicó el traslado forzoso de decenas de médicos a Almansa y Villarrobledo.