• Un albaceteño, cuarto MIR de España

    Tiene el tercer mejor expediente de todas las facultades de Medicina de España y es el cuarto mejor MIR entre más de 13.400 aspirantes. El alumno de la Facultad de Medicina de Albacete Carlos Fernández Escobar hará la residencia en Madrid y elegirá una especialidad con pocos “novios”, Medicina Preventiva y Salud Pública. Hijo de enfermero y psicóloga, quiere cambiar el mundo a través de la prevención.

    Carlos Fernández Escobar es un fuera de serie. Lo dicen sus compañeros y profesores y lo confirma una trayectoria académica en la que no se encuentra ni un solo tropiezo. Alumno de Escolapios, del Bachillerato Internacional del Instituto Bachiller Sabuco y de la Facultad de Medicina de Albacete, este médico recién graduado era una fiera de las matemáticas. De hecho, sorprendió a todos los que le conocían cuando decidió que estudiaría Medicina.

    Resuelto, inquieto, simpático, deportista, trabajador y muy inteligente, el doctor Carlos Fernández Escobar siempre quiso cambiar el mundo, de ahí que no se arrepienta de haber optado por Medicina y menos aún por la promoción de la salud. Será el cuarto a la hora de elegir residencia, por lo que nada le impedirá especializarse en Madrid. Sin embargo, en el futuro no se ve ni en Albacete ni en la capital de España. Está convencido de que su trayectoria profesional le llevará a países en vías de desarrollo, allí donde se puedan sentar las bases para frenar o prevenir epidemias.

    Fernández Escobar ha elegido un camino más de papeleo que de consulta, pero su destreza con los números, acompañada de su brillante trayectoria en Medicina, sienta las bases para que realmente pueda conseguir un objetivo tan ambicioso como el de cambiar el mundo.

    Este albaceteño, además, no se ha conformado con estudiar y practicar, también ha estado inmerso en el movimiento estudiantil de la Universidad de Castilla-La Mancha; ha impartido talleres de habilidades personales; ha estado en el club de debate universitario; es cinturón negro de taekwondo y, en cuanto la nómina y el tiempo se lo permitan, regresará al mundo del voluntariado.

    Sus compañeros de carrera bromeaban con que si Fernández Escobar no despuntaba en el MIR fracasarían todas las quinielas. No ha decepcionado.