• El balneario de La Pestosa nos lleva hasta Abenuj

    Los andarines de Diario Sanitario regresan a La Pestosa, balneario de aguas medicinales en tiempos que hoy es una ruina, pero que guía a los senderistas hasta el impresionante pico de Abenuz, en la sierra de Abenuj.

    Un recorrido por la historia del balneario medicinal que nos eleva hasta Abenuz

    Merecen la pena tanto la ruta como la historia del balneario, hoy unas ruinas bajo la sombra de un gran eucalipto. El objetivo de esta ruta es tanto recordar aquellas famosas aguas medicinales, que tuvieron como director médico al Dr Alberto Fernández Langa, como subir hasta Abenuz para disfrutar de las vistas.

    Para ponernos en situación, leemos al periodista Luis Taboada, que relata en una crónica del siglo XIX cómo era un día en el balneario tobarreño: “La vida es allí deliciosa. Por la mañana el baño; a las doce la comida; por la tarde el paseo a orillas del arroyo y por la noche la cena; después baile, concierto, juegos de prendas y charadas que suele poner un chico de Tobarra, jaranero como él solo y de mucho mundo, pues estudió en Albacete y todos los años viene a Madrid por San Isidro. Al parecer, está en relaciones con Eusebia, la hija mayor de Pulpejo, y éste le consulta todo cuanto se refiere al establecimiento, a fin de darle brillo y convertirle en uno de los más animados de la Península.

    Cuenta ‘la publicación digital ‘El reloj de la Villa‘ que los Baños de Aseo Abenuj se conocían popularmente como La Pestosa “sin duda debido a los olores de carácter sulfuroso de sus aguas, como de ‘huevos podridos’. Todavía se dice que sus aguas son excelentes contra enfermedades cutáneas como la psoriasis”. Estos baños tuvieron su apogeo a principios del siglo XX, pero, cien años después, se mantienen en pie con dificultades.

    Una ruta campo a través

    Así, en coche por la autovía de Murcia, desde Albacete hasta Tobarra, nos desviamos por el Rincón del Moro para coger a la derecha el desvío de La Bodega, que nos lleva hasta La Pestosa. Después de observar, con precaución, las inmediaciones del balneario, con la sierra de Abenuj de fondo, empezamos a subir campo a través por la izquierda. Una vez arriba, recorremos la cuerda hasta llegar al punto geodésico, uno de los más originales, por su elevación, y con unas vistas, como la mayoría, impresionantes. Para la bajada, aconsejamos precaución y paciencia, porque tampoco recurrimos a sendero alguno.

    Cuatro horas de tranquila caminata, en un día de noviembre que recordaba al mes de junio, lo rematamos en Tobarra, en El Bar de Juan, donde comimos desde zarajos hasta bacalao en un colofón de cinco estrellas a la mañana de senderismo.

    📍 Puede consultar la ruta en Wikiloc

    ➡️ Tiene otras rutas en la sección ‘Senderismo’

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