• Academia de Medicina, asignatura pendiente

    Murcia, Andalucía o Valencia tienen facultades de Medicina y sus correspondientes academias. Sin embargo, en Castilla-La Mancha se da el sinsentido de contar con dos facultades en una misma universidad sin que haya rastro de una Academia de Medicina. Es el caballo de batalla de la Sociedad de Medicina y Cirugía desde hace décadas, que dicha academia nazca y que lo haga con sede en Albacete. En 2008 estuvo a las puertas de conseguirlo, pero aun hoy es otra asignatura pendiente.

    Imagen de archivo de prácticas en la Facultad de Medicina de Albacete. Fotografía: UCLM

    Imagen de archivo de prácticas en la Facultad de Medicina de Albacete. Fotografía: UCLM

    Albacete cuenta con una Facultad de Medicina con más de 15 años de historia, con una actividad investigadora de sobrado prestigio internacional y unos resultados en el examen MIR que la han situado siempre entre las primeras. Desde 2008, dos administraciones autonómicas, de distinto color político, se han interesado por el proyecto de una Academia de Medicina de Castilla-La Mancha, pero en los últimos ocho años, por cuestiones jurídicas y puntos de vista organizativos, nadie ha dado el paso definitivo.

    El proyecto lo abandera la Sociedad de Medicina y Cirugía de Albacete, que se creó hace más de 45 años con la intención de resucitar el espíritu de las tertulias del siglo XVII. En la actualidad, lideran la defensa de este proyecto su presidente, Pedro Tárraga, y profesores, catedráticos y médicos de la talla de José Manuel Juiz, Julio Virseda, Julio Carbayo o Juan Solera.

    investigadores

    Imagen de archivo de jóvenes investigadores.

    Los cinco defienden que Castilla-La Mancha supere las barreras administrativas, ya que económicas no puede haberlas, y dé el paso definitivo para crear la tan demandada academia en la capital sanitaria de la región, que es Albacete. Este grupo insiste en que la crisis o las dificultades económicas no pueden ser la excusa porque el coste del proyecto sería testimonial.

    No tendría coste, pero sí prestigio. No hay que olvidar que la Real Academia Nacional de Medicina empezó a escribir su historia en el siglo XVII, pero a partir de la segunda mitad del siglo XIX jugó un papel clave como dinamizadora de la investigación científica y la actividad asistencial. Con académicos como el Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, la academia sentó un antes y un después. Como ha ocurrido en otras regiones, esta figura se convertiría en un referente en Castilla-La Mancha.

    Una Academia Regional de Medicina, según insisten sus defensores, ampliaría el debate y la difusión del saber médico y de la ciencia biomédica, contribuyendo a la mejora de la práctica de la medicina.