
La importancia de adaptar los hogares para personas con movilidad reducida es crucial para asegurar su independencia y comodidad. Adaptaciones como por ejemplo las camas articuladas para personas dependientes, no sólo facilitan la vida diaria, sino que también promueven la dignidad y autonomía de las personas con limitaciones físicas. Además, un hogar adaptado reduce la carga física y emocional de los cuidadores, creando un entorno más seguro y accesible.
¿Qué áreas del hogar suelen requerir ajustes?
Entrada
La entrada de un inmueble es la primera barrera que deben superar las personas con movilidad reducida. Para hacerla accesible, se recomienda instalar rampas en lugar de escalones, con una inclinación adecuada y una superficie antideslizante. También es importante considerar la anchura de las puertas, asegurándose de que sean lo suficientemente anchas para permitir el paso de una silla de ruedas. Instalar un sistema de apertura automática de puertas puede ser de gran ayuda, facilitando el acceso sin necesidad de asistencia.
Cocina
La cocina es otro espacio que requiere adaptaciones específicas. Para garantizar la independencia, los mostradores y las áreas de trabajo deben estar a una altura accesible para personas en silla de ruedas. Los electrodomésticos, como el horno y el microondas, deben estar situados a una altura adecuada para evitar esfuerzos innecesarios. Asimismo, se recomienda el uso de estantes extraíbles y organizadores de despensa que faciliten el alcance de utensilios y alimentos. Instalar grifos de palanca, en lugar de los tradicionales de rosca, también puede hacer que el uso del fregadero sea más sencillo para personas con movilidad reducida.
Baño
El baño necesita una mayor seguridad y accesibilidad. La instalación de barras de apoyo en la ducha, el inodoro y junto al lavabo es fundamental para prevenir caídas y proporcionar estabilidad. Las duchas a nivel del suelo, sin bordes, permiten un acceso más fácil, especialmente si se utilizan sillas de ducha. Los inodoros elevados o con sistemas de bidet integrados pueden ser muy beneficiosos, mejorando la comodidad y la higiene. Además, los lavabos adaptados, con espacio suficiente para una silla de ruedas debajo, pueden hacer que el uso del baño sea más seguro y cómodo.
Dormitorio
El dormitorio también necesita adaptaciones para asegurar el bienestar y la comodidad de la persona con movilidad reducida. Las camas articuladas son una excelente opción en este sentido. Estas camas permiten ajustar la altura y la inclinación del colchón, lo que facilita la entrada y salida de la cama, así como encontrar una posición cómoda para dormir o descansar. Las camas articuladas no sólo benefician a la persona dependiente, al proporcionar un mayor confort y facilidad de movimiento, sino que también son ventajosas para los cuidadores. Al poder ajustar la cama a una altura adecuada, se reduce el esfuerzo físico necesario para asistir al paciente, lo que puede prevenir lesiones y facilitar tareas como cambiar sábanas o ayudar en la higiene personal.
Otras adaptaciones en el dormitorio pueden incluir armarios y cajones accesibles, con sistemas de apertura fáciles y situados a una altura conveniente. La iluminación es otro aspecto importante; instalar interruptores accesibles desde la cama o sistemas de iluminación automatizada puede mejorar significativamente la seguridad y la comodidad.