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El Ayuntamiento de Albacete acaba de renovar dos convenios para trabajar la prevención de adicciones en jóvenes. Vuelve a colaborar, en esta línea, con Fundación Atenea y Fundación FAD-Juventud. Así lo ha indicado el Consistorio, en sendos comunicados.
Por un lado, Concejalía de Atención a las Personas renovará el convenio con la Fundación FAD-Juventud para el desarrollo del proyecto Prevención de Conductas Adictivas en Adolescentes. Así, el Ayuntamiento de Albacete quiere contribuir a prevenir el consumo de sustancias y otras conductas adictivas en este colectivo. En concreto, el programa está dirigido al alumnado escolarizado en la etapa de educación secundaria de los centros educativos de nuestro municipio.
La concejala de Atención a las Personas, Juani García, ha señalado que “este programa se enmarca en el Plan Municipal sobre Drogas y Conductas Adictivas del Ayuntamiento”.
Ha subrayado que “reducimos los factores de riesgo e incentivamos actitudes y comportamientos responsables ante los consumos de riesgo en personas jóvenes y colectivos vulnerables, contribuyendo a retrasar la edad de inicio”.
Para ello, se llevan a cabo diferentes acciones como el taller Pasa la vida. Está distribuido en cuatro sesiones, apoyadas en audiovisuales y materiales editados por la Fundación FAD-Juventud. En él, se trabaja en la prevención específica del consumo de cannabis.
Otro de los programas es el de Cine y Educación en valores, con la proyección de dos películas, que previa y posteriormente son trabajadas en el aula con el material educativo aportado por la Fundación. Además, se desarrolla la acción de Prevención de problemas derivados del juego patológico y las apuestas.
Antena de riesgos
Por otro lado, Concejalía de Atención a las Personas va a renovar el convenio con la Fundación Atenea para el desarrollo del proyecto Antena de Riesgos. Se busca prevenir el consumo de sustancias y otras conductas adictivas en chicos de 12 a 18 años que, por sus características y circunstancias personales, familiares y sociales, presentan un mayor riesgo.
García ha señalado que “gracias a este consolidado proyecto se establece una relación de ayuda con el adolescente, chico o chica, sujeto de la intervención, para lo que se sigue un Modelo de Competencia Social, un proceso protagonizado por la propia persona, orientado al crecimiento y al desarrollo personal y que persigue su autonomía funcional, con objeto de que con el paso del tiempo se vaya reduciendo la necesidad de esa ayuda”.
Se utilizan diferentes técnicas y métodos de educación social, como son los talleres educativos, actividades de ocio saludable, intervención familiar o mediación escolar, siempre en coordinación con otros recursos.
Como característica distintiva del programa Antena de Riesgos destaca el trabajo de calle, entendido como una metodología de intervención con menores y jóvenes en situación de riesgo que tiene lugar en las calles y plazas de los barrios y en aquellos otros lugares del medio abierto a los que no llegan las instituciones, como lo ha expuesto García.
Ha recordado que “hablamos de todo tipo de adicciones, incluso las casas de apuestas”.
La flexibilidad en las intervenciones, la adaptación a la realidad de cada chico y cada chica, y la capacidad de estar al día en la realidad de los jóvenes son características que definen al proyecto Antena de Riesgos, que se dirige fundamentalmente a menores en situación de riesgo de entre 12 y 18 años.
