• Agresiones y salud mental, terrible asociación

    El Autor

    Victoria Gutiérrez

    Responsable de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF en el Sescam

    El sentimiento de impotencia al comenzar una jornada laboral. Los sudores fríos, la tensión, los nervios y un nudo cada vez más intenso en la garganta que impide respirar. Vocaciones que se pierden en el tiempo, años de ilusión transformados en terror antes de cruzar las puertas del centro de salud o del hospital donde se trabaja.

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    Imagen de archivo de una concentración por la agresión de un profesional sanitario en Urgencias.

    Una de las carencias más graves del Sescam se encuentra en el tratamiento de la salud mental de sus propios profesionales

    Una de las carencias más graves del Sescam se encuentra en el tratamiento de la salud mental de sus propios profesionales. No sólo se les ha abandonado a su suerte desde el inicio de la pandemia, sino que también se desentiende de ellos ahora en su más intenso sufrimiento.

    Las agresiones se han disparado, un punto negro en la gestión de nuestra Administración sanitaria. La falta de trabajadores, las bajas no cubiertas, el colapso de diferentes servicios, las largas listas de espera tanto en Atención Primaria como Especializada y el agotamiento tras las sucesivas olas de la pandemia de coronavirus han colocado al sistema sanitario al límite.

    La frustración de pacientes y usuarios se está transformando en un intolerable aumento de las agresiones, sobre todo de carácter verbal, que están afectando de una manera seria a los trabajadores a nivel psicológico.

    Medios para frenar agresiones e insultos

    A pesar de ello, el Sescam no actúa ni para prevenir las agresiones ni las secuelas psicosociales que generan. En CSIF llevamos mucho tiempo reclamando la dotación de vigilantes de seguridad y la creación de una campaña de concienciación al usuario sobre agresiones e insultos (‘Cuida a quien te cuida’). La prevención de las agresiones que sufre el personal del Sescam debe constituir un objetivo prioritario.

    Asimismo, los factores psicosociales se definen como factores organizacionales con el riesgo de tener efectos negativos sobre la salud de los trabajadores, tanto física como mentalmente. Así, las agresiones, junto a las cargas de trabajo, la presión asistencial y la tensión y estrés laboral, están incidiendo de manera muy notable en nuestros profesionales.

    Para evitarlo, se deben crear Comisiones Técnicas para la Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales en Riesgos Psicosociales que realizarán su seguimiento y evaluación. Además, es urgente llevar a cabo una evaluación de riesgos psicosociales en todos los centros.

    Las agresiones y la salud mental, un problema relacionado de primer orden que no puede esperar más. Hay que cuidar de quienes nos cuidan.

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