Diario Sanitario Periódico digital de información sanitaria.
En un emotivo acto en el Cementerio de Albacete, la Plataforma de Afectados por COVID y el Ayuntamiento han rendido homenaje a las víctimas de la pandemia. Se ha plantado un olivo en su memoria, al tiempo que se ha nombrando a aquellas personas cuyos familiares han autorizado la publicación de las identidades para que dejen de ser estadísticas.
- “No son números, nunca lo han sido y nunca lo serán”. Con esta frase ha terminado la lectura de los nombres y la primera parte del acto en memoria de las víctimas, que ha contado tanto con miembros de la Plataforma como con el alcalde Emilio Sáez.
- Los familiares han depositado flores al pie del olivo que recordará a las víctimas del COVID en el Cementerio de Albacete. La Banda Sinfónica ha acompañado un acto en el que se ha puesto de manifiesto el dolor y la soledad del último año y medio.
Un olivo como símbolo
Como ha hecho en otros municipios de Castilla-La Mancha, la Plataforma de Afectados por COVID quería plantar un olivo como símbolo para recordar al incontable número de personas a las que se ha llevado una pandemia que, aunque mejora, no ha terminado.
Así, según los datos de la Consejería de Sanidad, que no coinciden con los registros civiles, el coronavirus se ha cobrado 886 vidas en la provincia de Albacete desde marzo de 2020 y 6.070 en toda Castilla-La Mancha.
La Plataforma cuenta con el apoyo de familias de las cinco provincias de Castilla-La Mancha, pero también con personal sanitario dispuesto a testificar sobre lo que ha sucedido. Y es que este grupo de afectados, además de buscar testimonios que confirmen el colapso sanitario de Castilla-La Mancha, también consiguió durante las primera ola apoyos y donaciones para proteger a un personal sanitario que se enfrentaba al coronavirus sin material ni test.
Una víctima unió a todas
La familia Saiz Zamora, del pueblo conquense de Quintanar del Rey, creó la Plataforma de Afectados por COVID-19 de Castilla-La Mancha a raíz de la muerte de su padre, Pedro José. Tenía 65 años y una enfermedad crónica que, gracias al equipo de Medicina Interna, le permitía llevar una vida totalmente normal.
El 24 de marzo «se lo llevaron» al Hospital General Universitario de Albacete y el día 26 su compañero de habitación avisaba de que no cogía las llamadas del móvil. Había muerto. La familia vio cómo se marchaba en una ambulancia y regresaba en una caja precintada dos días después. Ahora, la plataforma recaba testimonios para que todas las víctimas tengan justicia.
📩 Puede enviar nombre, apellidos, edad y población de un familiar fallecido a plataformaafectadoscovidclm@gmail.com
Hemeroteca
